(CopeReligión/InfoCatólica) La indulgencia ha sido decretada por el Papa con el fin «de aumentar la devoción de los fieles y procurar la salvación de las almas», tal y como recoge la nota publicada este lunes, 30 de mayo, por la Santa Sede.
Los ancianos enfermos y todos aquellos que, sin poder salir de su casa por un motivo grave, se sumarán espiritualmente a las sagradas funciones de la Jornada Mundial, ofreciendo sus oraciones, los dolores y sufrimientos de su vida a Dios Misericordioso, especialmente mientras las palabras del Sumo Pontífice y las diversas celebraciones serán transmitidas a través de los medios de comunicación.
Por tanto, para que esta oportunidad de alcanzar la gracia divina por el poder de las Llaves de la Iglesia se realice más fácilmente a través de la caridad pastoral, esta Penitenciaría pide encarecidamente a los sacerdotes, dotados de las facultades apropiadas para oír confesiones, que se pongan a disposición con una disposición espíritu y generoso en la celebración del sacramento de la Penitencia.