(UCANews/InfoCatólica) El arzobispo católico de la ciudad de Oklahoma agradeció el miércoles a los líderes estatales por reconocer la «dignidad de cada persona» después de que aprobaran una nueva ley que protege a los bebés no nacidos prohibiendo los abortos.
La Agencia Católica de Noticias informa que el arzobispo Paul Coakley agradeció al gobernador Kevin Stitt y a otros legisladores la promulgación de la ley provida, que protege a los bebés no nacidos desde el momento de la concepción.
«Construir una cultura de la vida en Oklahoma que reconozca la dignidad inherente de cada persona requiere las protecciones que ofrece la legislación provida y un profundo cambio de corazón», dijo Coakley en un comunicado el miércoles. «Gracias a los líderes legislativos de Oklahoma y al gobernador Stitt por apoyar las medidas provida».
El arzobispo también instó a la gente a rezar por las familias que están luchando y por los pro-vida que están atendiendo sus necesidades.
«Animo a los habitantes de Oklahoma a rezar por las mujeres en situación de crisis de embarazo, por sus familias y seres queridos, por las familias que esperan adoptar, por los padres y por los numerosos centros de recursos para el embarazo que atienden a estos valientes padres», dijo.
Stitt firmó la prohibición del aborto a principios de esta semana, convirtiendo a Oklahoma en el estado con la ley provida más protectora del país. La nueva ley entró en vigor inmediatamente, y las cuatro instalaciones de aborto dejaron de abortar a los bebés no nacidos. Los grupos proabortistas han demandado para bloquear la ley, pero los tribunales aún no han actuado.
La legislación provida es una ley al estilo de la de Texas que incluye un derecho de acción privado como aplicación, pero en lugar de proteger a los bebés no nacidos a las seis semanas, cuando se puede detectar su latido, la ley de Oklahoma protege a los bebés no nacidos desde el momento de la concepción, cuando comienza su vida. Permite excepciones en caso de violación, incesto y riesgo para la vida de la madre.
La legislación podría salvar del aborto a casi 4.000 bebés no nacidos cada año.
En su mensaje de firma, Stitt prometió que Oklahoma siempre defenderá la vida.
«Desde el momento en que la vida comienza en la concepción es cuando tenemos la responsabilidad como seres humanos de hacer todo lo posible para proteger la vida de ese bebé y la vida de la madre», dijo el gobernador. «Eso es lo que creo y lo que cree la mayoría de los habitantes de Oklahoma. Si otros estados quieren aprobar leyes diferentes, están en su derecho, pero en Oklahoma siempre defenderemos la vida».
Esta es la segunda ley al estilo de Texas que la legislatura estatal aprueba en esta sesión. La primera prohíbe los abortos cuando se puede detectar el latido del corazón del bebé no nacido. Los legisladores estatales han estado aprobando una serie de leyes provida para que Oklahoma esté preparada para proteger a los bebés no nacidos cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos anule el caso Roe contra Wade, como muchos esperan que ocurra este verano.
En todo el país, los legisladores estatales han presentado cientos de proyectos de ley provida este año en previsión de que el Tribunal Supremo pueda anular Roe en breve. Desde 1973, los estados se han visto obligados a legalizar los abortos sin límites hasta la viabilidad, y más de 63,5 millones de bebés no nacidos han sido asesinados.
El Instituto Guttmacher calcula que 26 estados «tienen la certeza o la probabilidad de prohibir el aborto» si el Tribunal Supremo se deshace de Roe. Y un grupo de investigación calcula que el número de abortos se reduciría en unos 120.000 en el primer año y potencialmente aún más en los años siguientes si el alto tribunal permite a los estados volver a prohibir los abortos.
