(Vatican.news/InfoCatólica) Los obispos de toda Italia procedieron a la elección de la terna que presentarían al Papa para el nombramiento del presidente que sustituirá al cardenal Gualtiero Bassetti, de 80 años, arzobispo de Perugia-Città della Pieve, que ha cumplido su mandato de cinco años. Y fue Bassetti -que pronunció su último discurso como presidente esta mañana- quien leyó la comunicación del Papa con la elección de Zuppi. Una elección que repite una historia que ya había tenido lugar en la década de 1969-1979, cuando fue también un arzobispo de Bolonia, Antonio Poma, al frente de la Iglesia de Bolonia desde 1968, quien dirigió la Conferencia Episcopal Italiana.
Los estudios y el compromiso con los últimos en Roma
Antes de llegar a Bolonia, donde el papa Francisco lo nombró párroco el 27 de octubre de 2015, sucediendo al cardenal Carlo Caffarra, Zuppi -conocido por todos como 'don Matteo' y que sigue llamándose así- comenzó su historia personal y sacerdotal en Roma. De hecho, nació en la capital, en una familia de seis hijos: él era el quinto. El primer hito importante fue en 1973, cuando estudió en el instituto Virgilio, donde conoció a Andrea Riccardi, el fundador de Sant'Egidio.
Comenzó a frecuentar la Comunidad y a colaborar en las actividades que ésta promovía al servicio de los más desfavorecidos: desde las escuelas populares para los niños marginados de los barrios bajos de Roma, hasta las iniciativas en favor de los ancianos solos y no autosuficientes, de los inmigrantes y de los sin techo, de los enfermos terminales y de los nómadas, de los discapacitados y de los drogadictos, de los presos y de las víctimas de los conflictos; desde las actividades ecuménicas en favor de la unidad de los cristianos hasta las de diálogo interreligioso, que se concretan en los Encuentros de Asís.
A los 22 años, tras licenciarse en Literatura y Filosofía en la Universidad de la Sapienza, con una tesis sobre la Historia del Cristianismo, el futuro cardenal ingresó en el seminario de la diócesis suburbicaria de Palestrina, siguiendo los cursos de preparación al sacerdocio en la Pontificia Universidad Lateranense, donde obtuvo la licenciatura en Teología. Fue ordenado presbítero del clero de Palestrina el 9 de mayo de 1981 e inmediatamente después vicario del párroco de la basílica romana de Santa María in Trastevere, sucediendo a monseñor Vincenzo Paglia.
Mediador en Mozambique
Incardinado en Roma el 15 de noviembre de 1988, Zuppi ocupó diversos cargos en la capital: de 1983 a 2012, rector de la iglesia de Santa Croce alla Lungara, miembro del consejo presbiteral diocesano de 1995 a 2012; de 2005 a 2010, prefecto de la tercera prefectura de Roma. De 2000 a 2012 fue asistente eclesiástico general de la Comunidad de San Egidio, y fue en esos años cuando vivió otro momento fundamental: en nombre de la Comunidad de San Egidio, Zuppi actuó como mediador en Mozambique en el proceso que condujo a la paz tras más de diecisiete años de sangrienta guerra civil.
Obispo auxiliar
Mientras tanto, en 2010 fue llamado a dirigir la parroquia de los Santos Simón y Judas Tadeo en Torre Ángela, en la periferia oriental de la ciudad, donde todavía se le recuerda con mucho cariño. En 2011 fue prefecto de la 17ª prefectura de Roma. Poco después, el 31 de enero de 2012, Benedicto XVI lo nombró obispo titular de Villanova y auxiliar de Roma (para el Sector Centro). Recibió la ordenación episcopal el 14 de abril siguiente de manos del entonces cardenal vicario Agostino Vallini. Gaudium Domini fortitudo vestra es el lema elegido.
La cita en Bolonia
2015, como se ha dicho, fue el año de su nombramiento en la sede metropolitana de Bolonia, donde Zuppi pronto recibió un gran aprecio por parte del clero local y donde enseguida mostró un fuerte compromiso con la pastoral de los últimos: desde los desocupados hasta los migrantes. Como arzobispo, el 1 de octubre de 2017, recibió al Papa Francisco en una visita pastoral a la archidiócesis. El Pontífice lo creó entonces cardenal en el Consistorio del 5 de octubre de 2019 con el título de San Egidio. Zuppi es también miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y de la Oficina de Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.