(ACIPrensa/InfoCatólica) Ya hemos escuchado de la persecución que está ejerciendo el gobierno de Nicaragua contra la Iglesia y sus miembros, ahora el régimen cerró el canal de televisión de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), todo a consecuencia de la denuncia pública que hiciera el Obispo nicaragüense Rolando Álvarez.
En un comunicado de prensa de Claro, una empresa que distribuye el servicio de televisión por cable en Nicaragua declaró: «el Gobierno ordenó que “el canal 51, Canal Católico” sea “eliminado de la grilla de programación del servicio”».
El encargado de la Conferencia Episcopal Nicaragüense monseñor Álvarez dijo «el gobierno quiere es una Iglesia muda, que no anuncie la esperanza del pueblo y no denuncie el pecado personal y de las estructuras de injusticia. La Palabra de Dios no está encadenada».
Monseñor Silvio Báez twitteó: «aunque la dictadura saque del aire al Canal Católico, todo será inútil. La Iglesia seguirá proclamando el Evangelio de la esperanza y de la justicia».
Varios obispos nicaragüenses han hecho la denuncia pública de que funcionarios de la policía sandinista, los han perseguido durante todo el día, al punto del acoso.
La Diócesis de Masaya ha hecho su denuncia solidaria con los obispos acosados en un comunicado del día 20 de mayo donde demostraban su «tristeza y preocupación por el acoso y hostigamiento de los últimos días.
Pedimos a las autoridades implicadas que cesen en este comportamiento y permitan respetuosamente que cada hermano, pueda desarrollar sus derechos, libertades y garantías humanas y constitucionales sin obstáculos y temor».
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó a principios del mes de mayo, un informe donde el gobierno acusa a la Iglesia Católica de colaborar activamente en un intento de golpe de estado del año 2018. En esa oportunidad murieron cerca de 400 personas en las protestas civiles.
El presidente es un ex guerrillero de izquierda que ha sido reelecto cuatro periodos presidenciales en elecciones que muchos han cuestionado.