(Asia News/InfoCatólica) Refiriéndose a la política represiva adoptada por las autoridades de Hong Kong a instancias del gobierno central chino, el arzobispo de Yangon expresó su profunda preocupación por la falta de respeto a los derechos humanos y las amenazas a la libertad religiosa en la antigua colonia británica.
El cardenal denunció que el gobierno de Hong Kong ha desmantelado las tradicionales libertades de expresión, de prensa, de reunión, de asociación y académica de la ciudad. Dio la voz de alarma sobre los primeros signos de agresión a la libertad religiosa:
«Soy consciente de los recientes ataques propagandísticos de los medios de comunicación pro-Beijig de Hong Kong contra la Iglesia y de la creciente autocensura de los líderes religiosos debido a las circunstancias».
Según el cardenal, ver que una ciudad antes conocida como faro de la libertad, incluida la religiosa, avanza tan rápida y radicalmente por un camino más oscuro y represivo «rompe el corazón». Se mostró escandalizado por las repetidas y flagrantes violaciones de China de sus compromisos internacionales en relación con el estatuto de autonomía de Hong Kong, tal y como se define en la Declaración Conjunta Sino-británica de 1984.
La policía liberó bajo fianza al cardenal Zen, de 90 años. el mismo día de su detención. Sigue pendiente una causa contra él y otros tres conocidos miembros del frente prodemocrático de Hong por la gestión del Fondo 612, que hasta su cierre ayudó a miles de manifestantes prodemocráticos que participaron en las protestas de 2019. El cardenal Zen era uno de los administradores de la organización benéfica, que dejó de funcionar el pasado octubre. La investigación de las fuerzas del orden se centra en si el Fondo 612 «confabuló» con fuerzas extranjeras en violación de la draconiana ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en el verano de 2020.
El cardenal Bo rechaza enérgicamente la detención de su hermano salesiano:
«En un Estado de Derecho, prestar asistencia a las personas que se enfrentan a un proceso judicial, sufragando sus gastos legales, es un derecho justo y aceptado. ¿Cómo puede ser un delito ayudar a los acusados a tener defensa y representación legal?»
Invitó a todos los católicos y cristianos a rezar por Hong Kong y China el 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora y de Nuestra Madre de Sheshan. La fecha coincide con la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China. A petición del card. Bo, el año pasado por estas fechas católicos y laicos de todo el mundo celebraron una semana «global» de oración por los perseguidos en China: católicos, protestantes, musulmanes, activistas de Hong Kong y presos de conciencia.