(UCANews/InfoCatólica) Una mujer cristiana nigeriana que estudiaba en un colegio del estado de Sokoto fue brutalmente apedreada hasta la muerte y posteriormente quemada tras ser acusada de «blasfemia».
Deborah Yakubu, originaria de Zuru, en el área de gobierno local de Repa, tenía unos veinte años. Fue asesinada por hombres musulmanes que estudiaban con ella en el Colegio de Educación Shehu Shagari de Sokoto el 12 de marzo.
Deborah, estudiante de segundo año de economía doméstica, fue acusada de publicar comentarios en un grupo de WhatsApp de estudiantes que supuestamente insultaban al profeta Mahoma.
La policía de Sokoto confirmó la detención de dos personas en relación con el asesinato que desató la indignación en las redes sociales, donde muchos nigerianos condenaron el acto inhumano.
Al parecer, los asesinos compartieron un vídeo del sangriento incidente en el que se les veía apedreando a la mujer hasta la muerte y quemando su cuerpo. Según testigos presenciales, gritaban «Allahu Akbar» (Alá es el más grande) mientras grababan.
El personal de seguridad apostado en las puertas del colegio intentó intervenir, pero fue ahuyentado por la turba enfurecida. A los transeúntes se les dijo que se unieran si eran musulmanes, añadieron los testigos.
El gobernador del estado de Sokoto, Aminu Waziri Tambuwal, ordenó el cierre inmediato de la escuela y la investigación del incidente por parte del Ministerio de Educación Superior y los organismos de seguridad.
Hizo un llamado a la población del estado «para que mantenga la calma y la paz» y aseguró que el gobierno tomaría las medidas oportunas tras la investigación.
«Condenamos este incidente en los términos más enérgicos y hacemos un llamamiento a las autoridades para que investiguen esta tragedia y se aseguren de que los culpables sean llevados ante la justicia», rezaba un comunicado del obispo de Sokoto, Matthew Kukah.
El prelado exigió que «los culpables de este acto inhumano, independientemente de su motivación, sean castigados de acuerdo con las leyes vigentes en nuestro país».
El obispo Kukah subrayó además que los cristianos han convivido pacíficamente con sus vecinos musulmanes en Sokoto durante años. «Este asunto debe ser tratado como un acto criminal y la ley debe seguir su curso», dijo mientras instaba a los cristianos de Sokoto a mantener la calma.
El sultán de Sokoto, líder de los musulmanes, expresó su «consternación» por los desafortunados sucesos que llevaron a la pérdida de la vida de una estudiante. «El Consejo de la Sultanía condenó el incidente en su totalidad e instó a todos a mantener la calma y garantizar la coexistencia pacífica entre todas las personas del estado y la nación», dijo en un comunicado.
Los asesinatos en nombre de la blasfemia son habituales en toda Nigeria. En 2016, la evangelista cristiana Eunice Elisha fue asesinada por predicar a Cristo en Kubwa, mientras que Bridget Agbahime fue decapitada en Kano por blasfemia. No se castigó a nadie en los dos casos.
En marzo de 2021, un hombre identificado como Talle Mai Ruwa murió quemado por una turba enfurecida en la comunidad de Sade, en el área de gobierno local de Darazo, en el estado de Bauchi, por haber insultado supuestamente al profeta Mahoma.
En 2021, un pastor del distrito de Mangochi, en Malawi, fue acusado de burlarse de Alá, pero se libró de ser asesinado. Su iglesia y su casa fueron incendiadas y destruidas por una turba.