(CNA/InfoCatólica) «Como organizaciones provida nacionales y estatales, que representan a decenas de millones de hombres, mujeres y niños provida en todo el país, debemos ser claros: declaramos inequívocamente que cualquier medida que busque criminalizar o castigar a las mujeres no es provida y nos oponemos firmemente a tales esfuerzos», dice la carta del 12 de mayo a los legisladores estatales.
La carta llega en un momento en que los legisladores de estados como Luisiana están considerando una legislación que podría someter a las mujeres que se hacen un aborto a un proceso penal y a la cárcel.
Laura Echevarría, portavoz de National Right to Life, el grupo provida que coordinó la publicación de la carta, dijo a CNA que ésta respondía, en parte, a las acciones de estados como Luisiana. La carta también respondía a la retórica de los activistas del aborto.
«Este ha sido un tema de política de larga data para nosotros» y muchos de los otros firmantes, dijo Echevarría. «Sentimos que debíamos dejar claro que era algo con lo que no estábamos de acuerdo. Que no creemos en [castigar] a las mujeres que han abortado. Las vemos como una segunda víctima en estas situaciones».
«Queríamos asegurarnos de que esto quedara muy claro para los legisladores estatales, pero también para el público en general», añadió. «No queremos que las mujeres piensen que esto es algo que el movimiento aprueba, porque no lo hacemos».
Además de Lori, entre los firmantes se encuentran Carol Tobais, de National Right to Life, Marjorie Dannenfelser, de Susan B. Anthony List, Jeanne Mancini, de March for Life, y Catherine Glenn Foster, de American United for Life.
La carta abierta se produce tras la filtración de un borrador de la sentencia del Tribunal Supremo que sugiere que los jueces anularán el caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país en 1973, a finales de este año.
La carta indica que hay dos víctimas con cada aborto: tanto la madre como su hijo no nacido.
«La madre que aborta a su hijo es también una víctima de Roe», dice la carta. «Es la víctima de una industria insensible creada para segar vidas; una industria que dice velar por la 'salud de la mujer', pero que niega la realidad de que demasiadas mujeres estadounidenses sufren daños físicos y psicológicos devastadores tras el aborto».
En negrita, la carta añade:
«Las mujeres son víctimas del aborto y requieren nuestra compasión y apoyo, así como un fácil acceso a asesoramiento y servicios sociales en los días, semanas, meses y años posteriores al aborto.»
Si el Tribunal Supremo revoca la sentencia Roe, como sugiere el borrador filtrado, la cuestión del aborto quedará en manos de cada estado, y de los legisladores elegidos.
«Pero al aprovechar esa oportunidad», advierte la carta, «debemos asegurarnos de que las leyes que impulsemos para proteger a los niños no nacidos no perjudiquen a sus madres». En otras palabras, continúa la carta, «convertir a las mujeres que abortan en criminales no es el camino».