(America/InfoCatólica) El Padre Martin, que lanzó el sitio web Outreach a principios de este mes, escribió una carta al Papa Francisco el 5 de mayo, haciendo tres preguntas que, según él, suele escuchar de los católicos L.G.B.T. y sus familias. El director de América (revista de la Compañía de Jesús en EE.UU) recibió la respuesta del Papa tres días después: una nota escrita a mano, en español.
La primera pregunta que el padre Martín le hizo a Francisco fue sobre qué creía que era lo más importante que los LGTBI debían saber sobre Dios.
«Dios es Padre y no reniega de ninguno de sus hijos. Y 'el estilo' de Dios es 'cercanía, misericordia y ternura'. Por este camino encontrarás a Dios», responde el Pontífice.
En respuesta a otra pregunta, el Papa dice a los homosexuales y transexuales: «Me gustaría que leyeran el libro de los Hechos de los Apóstoles. Allí está la imagen de la Iglesia viviente»
Por último, el papa pide a los LGTBI que vean las experiencias negativas en la iglesia no como un rechazo de la institución, sino como encuentros desafortunados con individuos.
«Les haría ver que no es 'el rechazo de la iglesia', sino de 'personas en la iglesia'. La iglesia es madre y convoca a todos sus hijos. Cfr. la parábola de los invitados a la fiesta: `justos, pecadores, ricos y pobres, etc´. Una Iglesia `selectiva´, una Iglesia de `pura sangre´, no es la Santa Madre Iglesia, sino una secta».
Por último, el Papa da las gracias a James Martin por su labor -«gracias por todo lo que haces» y le pide oraciones además de garantizarle las suyas.
La correspondencia del Papa fue publicada el lunes en Outreach: An L.G.B.T.Q. Catholic Resource, una web lanzada por el P. Martin que está afiliada a America Media. El objetivo de la página web, es «ayudar a los católicos LGTBI a saber que Dios les ama, que están en el corazón de su iglesia y que tienen muchos dones que ofrecer al Pueblo de Dios».
El Papa no podrá negar su apoyo a Martin
James Martin es conocido por rechazar la enseñanza de la Biblia, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia en todo lo que tenga que ver con la homosexualidad. Entre otras cosas ha dicho que los católicos LGTBI no están obligados a practicar la castidad.Y también se ha mostrado a favor de la transexualidad en niños.
Invitado al Encuento Mundial de las Familias celebrado en Dublin, a pesar de la protesta de miles de fieles, dijo allí que la Iglesia trata a los homosexuales como si fueran leprosos.
De nada han valido las numerosas manifestaciones de cardenales y obispos de la Iglesia advirtiendo de la deriva doctrinal y moral del sacerdote jesuita. Siempre ha recibido el apoyo explícito del papa Francisco, aunque el Pontífice pretendió ante los obispos de EE.UU estar enfadado por una supuesta manipulación que hizo James Martin de un encuentro personal que mantuvo con el Obispo de Roma.
En esta ocasión, dada la publicación de su carta manuscrita, el papa Francisco no podrá alegar manipulación alguna, y se demuestra que es evidente que apoya y da las gracias al jesuita por su labor contraria a la fe de la Iglesia y nefasta para la salvación de las almas que viven esclavas del pecado de las relaciones homosexuales.
Doctrina católica
La doctrina católica sombre la homosexualidad y las relaciones homosexuales está claramente explicada en el Catecismo:
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.