(InfoCatólica) Ante la denuncia por parte de la enfermera de que sus compañeros de trabajo llevan todo tipo de colgantes, la dirección de la institución sanitaria reconoce que han tenido "lapsus en la exigencia a sus 6000 trabajadores de ir vestidos de uniforme según las normas marcadas".
Shirlye Chaplin asegura que ha llevado ese mismo crucifijo durante 30 años sin recibir ninguna queja de los pacientes y explica que nunca renuciará a llevar esa señal visible de la fe que profesa. Además, propuso que se hiciera sobre el colgante un test de resistencia a la rotura, que fue rechazado por la dirección de la sociedad médica en la que trabaja.
Chaplin ha solicitado la asistencia legal del Christian Legal Centre de gran Bretaña. Su director y fundador, Andrea Minichiello Williams, asegura que los pacientes están "asombrados" de lo que está ocurriendo. "Desgraciadamente, existe una agenda agresiva, secularista y políticamente correcta tanto en el servicio nacional de salud como en otros sectores públicos", explica Williams.