(Agencias/InfoCatólica) El prelado ha advertido que esta violencia desmedida únicamente crea heridas en la población que solo desaparecerán cuando se generen acciones contundentes para eliminar el odio creado por unos cuantos. Y subrayó que nunca como ahora se había necesitado con tanta urgencia procesos de reconciliación.
«Nuestra sociedad está polarizada, hay mucha violencia, mucha inseguridad, muchos desaparecidos, muchos ejecutados, muchos feminicidios; lo estamos viviendo, lo estamos viviendo queridos hermanos, la violencia continúa dejando heridas profundas que se necesitan sanar».
Además lamentó que en el seno de las familias como en otras instancias de la comunidad, se dan acciones de discordia, venganza y odio que únicamente crean más conflictos sociales y se rompa la unidad.
«En nuestras comunidades se extraña la unidad, la reconciliación; en nuestras familias, también, queremos la paz».
La situación de discorcia, venganza y odio, según el arzobispo, se da en la sociedad y en todas las familias que viven en territorio nacional, local y estatal.
Mons. Sánchez Espinosa puntualizó que la reconciliación debe empezar en la parte de la conciencia, vital para que cada persona comience un cambio en su conducta que luego incida en la recomposición del tejido social.
El arzobispo especificó que se tiene que hacer algo por parte de los propios ciudadanos para recomponer el tejido social. Algo que no pueden modificar las autoridades de todos los niveles gubernamentales. Y asegura que la labor de las parroquias es esencial
«En las parroquias por las que yo voy, les digo a los grupos parroquiales, a las familias, que empecemos nosotros por trabajar para sacar adelante a la comunidad».