(ACN/InfoCatólica) Durante la audiencia con el papa Francisco, el cardenal y arzobispo de Colombo habló sobre el dolor de la comunidad por la falta de respuestas y de claridad sobre los verdaderos responsables de los ataques terroristas que dejaron 269 muertos y cientos de heridos. «Han pasado tres años desde que ocurrieron los ataques. Sin embargo, aún no sabemos quiénes son los verdaderos autores. Al principio la responsabilidad recayó sobre la comunidad islámica. Pero ahora hay indicios que apuntan a un entramado político con conexiones entre algunos grupos políticos y los extremistas que pusieron las bombas».
«Algunos sectores han intentado crear un conflicto interreligioso entre nosotros. Pero hemos estado atentos para que esto no suceda», dijo el cardenal en su mensaje al pontífice, señalando que la delegación de Sri Lanka estaba compuesta no solo de la comunidad católica, sino también de protestantes, budistas e hindúes.
Vivir en paz entre religiones
El cardenal Ranjith le pidió al Papa que rece por su comunidad y por Sri Lanka «para que el Señor bendiga nuestra querida nación y ayude a abandonar el camino por el cual está yendo actualmente; un camino de extrema pobreza, de corrupción, de divisiones entre diferentes grupos étnicos y religiosos, de opresión, de inseguridad, de inequidad en la aplicación de la ley, de falta de respeto a la dignidad y los derechos humanos. Que el Señor nos dé el coraje para estrechar nuestras manos con los de las otras etnias y religiones, para que podamos recorrer un nuevo camino».
Después del encuentro, el cardenal habló en un encuentro informal organizado por la fundacion pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) con los periodistas: «El gobierno ha ocultado todo, descargando la culpa sobre un grupo de musulmanes radicales. Ellos quieren crear tensiones entre cristianos, musulmanes y budistas. Nosotros no queremos eso. Nosotros queremos vivir en paz con todo el mundo. Queremos saber quién está detrás de todo esto».
Francisco pide esclarecer los atentados
En respuesta, el Papa hizo un sincero ruego al Gobierno de Sri Lanka:
«Por favor, por el bien de la justicia y por el bien de su pueblo, pedimos que se aclare de una vez por todas quiénes fueron los responsables».
El cardenal cree que este no es un problema de persecución religiosa, sino de falta de respeto a la dignidad humana. «La Iglesia no está bajo amenaza en Sri Lanka, pero los derechos humanos sí. En Sri Lanka somos testigos de una lucha entre la población esrilanquesa contra el gobierno. El gobierno ha manejado mal la economía y ahora tenemos muchas familias sin comida. En el país hay extrema pobreza y queremos hablar también de este fenómeno para que la comunidad internacional nos pueda ayudar, pero sin apoyar a este gobierno dictatorial que no respeta los derechos humanos», afirma monseñor Ranjith.
«Yo dije que Dios no existe»
Entre las docenas de personas que viajaron desde Sri Lanka hasta Roma, había varios sobrevivientes de los ataques terroristas, incluyendo varios que fueron gravemente heridos. Gloriya George estaba en la iglesia ese día con su padre y su hermana, y todavía tiene las cicatrices de la explosión. Lo peor, sin embargo, no es su audición, que quedó afectada, sino la muerte de su «Dadda».
«Lo extraño todos y cada uno de los días. Mi Dadda murió en mis brazos. Lo vi dando su último suspiro en mis brazos. Hemos luchado en nuestra patria, pero no hemos obtenido justicia. Ya han pasado tres años. Todas las noches me pregunto quién mató a mi padre. Fue un asesinato a sangre fría previamente organizado. No hemos obtenido justicia de parte de nuestro país. Por eso estamos aquí, para pedir justicia a nivel internacional, no solo para mí, sino para todas las personas inocentes que fueron víctimas ese día, y de esta manera pueda dormir en paz», dice Gloriya.
A raíz del ataque en el 2019, Gloriya fue entrevistada por Sky News el día del funeral de su padre, donde expresó su rabia, incluso hacia Dios. «Dios no existe. Nadie vino a ayudarnos», exclamó. Sin embargo, tres años después, ha cambiado su punto de vista. «Yo soy la chica que dijo «Dios no existe» a los medios internacionales. Pero aquí estoy frente a la Basílica diciendo que sí hay un Dios, que existe un Dios vivo, porque por Él estamos acá. Yo sentí que sí existe un Dios. Él comenzó a mostrarme que Él estaba aquí. Mi padre murió por culpa del ser humano. Dios quería evitarlo. La gente en nuestro país fue negligente, ellos querían que sucediera, pero Dios no».
Después de los ataques terroristas, ACN salió al encuentro de la Iglesia en Sri Lanka y de sus miembros traumatizados. ACN financió el apoyo psico-social para las familias afligidas y afectadas, así como la capacitación de sacerdotes, religiosas y líderes laicos para enfrentar situaciones trágicas y dar la ayuda más urgente y adecuada en este tipo de siniestros. Desde entonces, ACN continúa apoyando a la Iglesia en Sri Lanka, incluyendo la pandemia causada por el Covid-19.