(ACN/InfoCatólica) Desde diciembre, el ejército birmano ha intensificado los ataques en los estados de Chin y Kayah, de mayoría cristiana, y en las regiones predominantemente budistas de Sagaing y Magwe. Entre febrero de 2021 y enero de 2022, el ejército destruyó en Chin unas 35 iglesias y otros 15 edificios afiliados, según la Chin Human Rights Organization. El Karenni Human Rights Group afirma que en Kayah, en el mismo período, destruyeron al menos 12 iglesias.
A pesar de que los generales juraron que querían proteger los lugares de culto, las pagodas y los monasterios no han quedado a salvo. Desde el abril de 2021, cuando comenzó la resistencia armada de las milicias étnicas, al menos 50 edificios religiosos fueron destruidos o saqueados, según informa Asia News.
Iglesias cristianas y monasterios budistas bombardeados
A principios de marzo el ejército bombardeó un monasterio en la aldea de Latpandaw, en el distrito de Yinmabin, de Sagaing, matando al menos a 6 personas que se habían refugiado en el monasterio. En la misma zona, a finales de febrero, los soldados irrumpieron en el monasterio de Chin Phone Village y utilizaron a 80 niños como escudos humanos durante 36 horas.
«Cuando el abad trató de negociar con las fuerzas del régimen, le apuntaron con un arma y le impidieron salir», dijo un residente local. Ahora el edificio funciona como centro de interrogatorios donde también se tortura y masacra a los civiles. Robaron las donaciones de los habitantes, que ascendían a 50 millones de kyats (poco menos de 26.000 euros).
Según el sitio web independiente The Irrawaddy, los ataques contra edificios religiosos reflejan la frustración de la junta militar que no ha podido imponerse a las fuerzas antigolpistas, especialmente en los estados de Chin y Kayah, a pesar del uso de ataques aéreos y artillería pesada. En los últimos días la Fuerza de Defensa de las Nacionalidades Karenni, la principal organización de oposición en el Estado de Kayah, ha retirado varias minas antipersona colocadas en los arrozales por el ejército, para permitir que los agricultores locales regresen a sus tierras.
En las últimas semanas los enfrentamientos se han concentrado en el estado de Karen, en la frontera con Tailandia. El ejército bombardeó varias provincias destruyendo objetivos civiles, entre ellos algunas estructuras sanitarias. El Karen National Liberation Army comunicó que no había sufrido bajas y, por el contrario, que había matado al menos a 60 soldados de la junta, pero la veracidad de estas afirmaciones es difícil de verificar. En esta región ya hay al menos 150.000 desplazados internos.
Líderes cristianos arrestados y asesinados
Además, las fuerzas militares han arrestado a 20 líderes cristianos, católicos y protestantes. Si bien una docena de los arrestados fueron liberados más tarde, cuatro permanecen detenidos y cuatro fueron asesinados, según informa el Instituto de Asuntos Chin. El actual régimen ha dicho que ellos no atacaron lugares de culto y que en todo caso habría sido una consecuencia secundaria. De ese modo se ha desvinculado de los hechos.
A finales del pasado mes de febrero fueron arrestados dos sacerdotes católicos que estaban llevando ayuda humanitaria en el estado de Shan, al este de Myanmar. Según lo informado por la Iglesia local a la Agencia Fides, se desconocen los motivos del arresto del padre John Paul Lwel, sacerdote de la diócesis de Pekhon, y el padre John Bosco, sacerdote de la archidiócesis de Taunggyi.