(Fides/InfoCatólica) En contraste con la exigencia del gobierno etípope, el Tplf quiere que la ayuda fluya libremente antes de retirarse del todo, junto con la retirada de las fuerzas de Amhara del oeste de Tigray.
«Sin un avance que alivie el bloqueo, el horror de la limpieza étnica irá acompañado de un abuso igualmente grotesco: carestía masiva deliberada». Esta es la conclusión de una investigación en profundidad realizada por Human Rights Watch y Amnistía Internacional que, en un informe conjunto publicado el 6 de abril, concluyen que las autoridades de la región de Amhara han matado o desalojado sistemáticamente a cientos de miles de personas de etnia tigrina del territorio arrebatado a Tigray desde el comienzo de la guerra.
«La situación humanitaria en Tigray sigue deteriorándose. El paso en los corredores humanitarios a través de los cuales las Naciones Unidas, el gobierno u otras agencias intentan introducir alimentos en el país, a menudo están bloqueados y no sabemos por quién», explica el arzobispo de Addis Abeba, el cardenal Berhaneyesus Souraphiel. «Como resultado - continua el cardenal - el sufrimiento de la gente está aumentando. Como Conferencia Episcopal de Etiopía hemos lanzado llamamientos a nuestra red católica en todo el mundo, especialmente a través de Caritas Internationalis. Hace apenas quince días pedimos dinero para ayudar a nuestra gente, no sólo en Tigray, sino también en las regiones vecinas. La sequía se ha agravado debido al cambio climático. La crisis humanitaria es enorme y la gente necesita ayuda urgentemente».
El cardenal concluye su reflexión señalando que Etiopía no debe ser vista como un país en conflicto o en guerra:
«Tenemos muchos retos aquí en Etiopía, pero creo y confío en las oraciones del pueblo que ha estado unido durante siglos, que se han casado y han vivido como etíopes. Nuestra esperanza es que pronto nuestro pueblo vuelva a ser uno».
La zona en disputa, conocida oficialmente como Tigray Occidental antes de la guerra, es ahora probablemente el mayor obstáculo para poner fin al conflicto.