(Agencias/InfoCatólica) La prohibición la ha justificado Guarido en un comunicado por su deseo de suprimir la representación institucional de este cuerpo en actos religiosos a los que tampoco acude el alcalde ni un concejal delegado por el máximo responsable municipal.
De esa forma, el jefe de la Policía Municipal no podrá estar en su condición de máximo responsable del cuerpo en el juramento de Silencio de la procesión del Cristo de las Injurias del Miércoles Santo, a cuyo acto tampoco acude el alcalde desde que Guarido accedió a la Alcaldía después de que esa tradición hubiera mantenido desde mediados del siglo XX.
Del mismo modo, el alcalde ha prohibido que el jefe policial acuda a la procesión del Sábado Santo por la tarde y la del Domingo de Resurrección, además de no estar presente en otros actos como la bendición de las palmas del pasado domingo.
Sin embargo, según ha precisado el alcalde, sí se ha permitido utilizar escolta de la Policía Municipal y de los Bomberos de Zamora en algunas procesiones, pero siempre que los agentes y los bomberos lo hagan fuera de sus horas de trabajo y de forma voluntaria.
También se ha permitido que la policía acuda con el traje de gala a algunos actos de la Semana Santa por existir un grupo de agentes que de forma voluntaria integran el denominado grupo «de gran gala» que representa al cuerpo en actos solemnes.
En cambio, en las procesiones y actos en los que sólo se invita al jefe de la Policía Municipal como representante del Cuerpo o del Ayuntamiento, el alcalde de Zamora ha denegado las peticiones. A su juicio, existe una «confusión conceptual sobre la representación» ya que en ese caso le correspondería a él como alcalde o la persona en quien delegara esa representación ya que la Ley de Bases de Régimen Local establece que el alcalde, como presidente de la Corporación, representa al ayuntamiento y ejerce la jefatura de la Policía Municipal.
Guarido, que es alcalde de Zamora desde 2015, ha asegurado que la posición política del equipo de Gobierno municipal es «de sobra conocida» y respetada por la ciudad y las cofradías ya que lo que pretende es separar actos políticos de actos religiosos.
Ha señalado además que durante su primer mandato como alcalde gobernó en coalición y respetó la decisión sobre la representación del jefe de la Policía Municipal que adoptó el concejal del área de entonces, que era del PSOE, pero ahora, en el primer año de procesiones del nuevo mandato tras los dos de suspensiones por la pandemia de covid-19, ha hecho efectiva esa prohibición.