(NCR/InfoCatólica) Primero debemos saber ¿qué es una indulgencia plenaria?
Una indulgencia plenaria es una gracia concedida por la Iglesia Católica a través de los méritos de Jesucristo, María y todos los santos para eliminar el castigo temporal debido al pecado. La indulgencia limpia a la persona de toda pena temporal debida al pecado; sin embargo, siempre debe ir acompañada de un desprendimiento total del pecado.
Ahora que sabemos qué es la indulgencia plenaria, ¿cómo podemos recibirla durante la Cuaresma?
El primer modo es pasar al menos 30 minutos en adoración. La visita al Santísimo Sacramento es importante durante todo el año. Así que, ¿por qué no participar en esta hermosa práctica durante la Cuaresma y recibir también algunas gracias adicionales?
Si nunca has ido a la adoración, o te cuesta mantenerte despierto, intenta leer un par de capítulos de los Evangelios, rezar un rosario o concentrarte realmente en estar en la presencia de Cristo.
La siguiente forma es participar en el Vía Crucis, que es cuando meditamos en la Pasión y Muerte del Señor. Todas las iglesias católicas deberían tener algún tipo de Vía Crucis, ya sea sencillo o elaborado. Cualquiera sirve.
Sin embargo, hay que tener en cuenta un par de cosas. El Manual de Indulgencias de la Santa Sede, en su cuarta edición, dice que tiene que haber 14 estaciones «que representen las 14 estaciones de Jerusalén».
El manual también nos recuerda que «se requiere la progresión de una estación a la siguiente». Aunque, si hay demasiada gente y desplazarse supondría un inconveniente, basta con que, al menos, el que dirige el Vía Crucis se desplace de estación en estación. En otras palabras, si se asiste al Vía Crucis con muchos participantes y todos permanecen en los bancos mientras el sacerdote se desplaza a cada estación, sigue siendo válido.
Esta indulgencia específica puede ganarse incluso una vez al día para aquellos que pueden asistir a la iglesia diariamente y desean realizar el Vía Crucis por su cuenta.
La siguiente forma es rezando el rosario «en una iglesia u oratorio, o en una familia, una comunidad religiosa o una asociación de fieles».
El último modo es leyendo o escuchando la Sagrada Escritura. Asegúrate de pasar al menos media hora con la Palabra de Dios y cuenta.
Muy bien, entonces has participado en una, o en las cuatro, de estas formas. Pero, ¿recibió realmente la indulgencia plenaria? Hay algunas condiciones, como la letra pequeña, que aseguran que recibas tu indulgencia.
En primer lugar, debes tener un desprendimiento total de todo pecado, incluso venial.
Luego tienes que confesarte, recibir la Sagrada Comunión y rezar por las intenciones del Papa. La confesión sacramental y la recepción de la Eucaristía pueden tener lugar hasta unos 20 días antes o después del acto realizado para recibir la indulgencia plenaria.
Es conveniente que la comunión y la oración tengan lugar el mismo día en que se realiza la obra. Una sola confesión sacramental es suficiente para varias indulgencias plenarias; sin embargo, para cada indulgencia plenaria que se desee recibir, se requiere una recepción separada de la Eucaristía y una oración separada por las intenciones del Santo Padre.
Una vez que haya seguido estos pasos, recibirá la indulgencia plenaria.