(Cope Religión/InfoCatólica) La nota enviada a la prensa, a las demás misiones diplomáticas y a los organismos internacionales acreditados en el país no especifica si la ausencia del diplomático será temporal o permanente. Tampoco dice nada sobre las causas concretas de la decisión, aunque es público y notorio que desde hace tiempo las relaciones con el gobierno son pésimas.
En los últimos años la Iglesia nicaragüense ha pedido reiteradamente al gobierno que libere a los presos políticos y respete los derechos humanos. Ha denunciado asimismo que el país adolece de una «auténtica democracia», pues en él no se respeta la independencia y separación de poderes.
Desde el inicio de la crisis político-social en Nicaragua, el gobierno sandinista se ha pronunciado siempre en términos muy duros sobre los obispos, a los que ha calificado de «terroristas», «golpistas», «lobos rapaces» y «demonios con sotanas».
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, tuvo que ser trasladado a Roma en abril del 2019 tras descubrirse la existencia de un plan para asesinarle.
Actualmente Nicaragua no tiene embajador ante la Santa Sede. Eliette Ortega, su última representante, dejó el cargo en septiembre.