(Vatican.news/InfoCatólica) Ante las cámaras del canal italiano Tv2000, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, explicó que el rol de la Santa Sede en la guerra ucraniana se da en varios planos.
Primero, se refirió al aspecto «naturalmente religioso», que consiste en invitar a una «oración insistente para que el Señor conceda la paz a esa tierra atormentada e implicar a los creyentes en esta oración coral». En este sentido, cabe recordar la reciente Jornada de Oración y Ayuno por la paz en Ucrania, convocada por Francisco para creyentes y no creyentes. Tuvo lugar en una fecha significativa, el 2 de marzo, que coincidió con el Miércoles de Ceniza, con el que la Iglesia inició el tiempo litúrgico penitencial de la Cuaresma.
Detener las armas, detener los combates
En segundo lugar, Parolin destacó la cuestión humanitaria, en especial a través de Cáritas, las diócesis y otras instituciones en Ucrania, todas comprometidas con la acogida de los refugiados.
Por último, el purpurado se detuvo en el papel diplomático de la Santa Sede: «Ya hay varios intentos en todo el mundo, por lo que estamos disponibles, si se considera que nuestra presencia y nuestra acción pueden ayudar, estamos ahí», enfatizó.
«Creo que lo que tenemos que hacer ahora es, en primer lugar, detener las armas, detener los combates, pero sobre todo evitar una escalada», manifestó el purpurado, quien además consideró que la primera escalada es verbal. «Y cuando se empiezan a utilizar determinadas palabras, ciertas expresiones, solo se inflaman las emociones y casi, diría yo, naturalmente, insensiblemente, conducen al uso de medios muy diferentes, que son las armas mortales que vemos en acción en este momento en Ucrania», subrayó.