(GaudiumPress/InfoCatólica) Recientemente, el Papa Francisco ha dado su autorización para iniciar el proceso de canonización por equipolencia de los 16 miembros del caso Mártires de Compiègne, constituido por 14 monjas (tres de ellas legas) y dos externas, quienes fueron condenadas a la guillotina después de ser acusadas de «fanatismo y sedición», según informa Gaudium Press.
Los hechos transcurrieron fue dado durante la Revolución Francesa, en los períodos del Terror y el anticlericalismo. La razón de su condena, según las autoridades francesas, fue el «fanatismo y sedición», después de que las 16 carmelitas se hayan negado a acatar la orden del gobierno de cerrar el monasterio carmelita de Compiègne.
De esta forma, ignorando cualquier principio de sano derecho y demostrando fuertemente el fanatismo de la Revolución Francesa, este grupo de carmelitas fue condenado a la guillotina el 17 de julio de 1794.
El mismo día, las 16 integrantes fueron llevadas hasta la Place de la Nation, antiguamente conocida como Place du Throne, donde las hicieron subir una a una al patíbulo, mientras ellas elevaban cantos gregorianos. Posteriormente, enterraron sus cuerpos en una fosa común en el cementerio de Picpus.
El 27 de mayo de 1906, en la Basílica de San Pedro y en compañía de San Pío X, se llevó a cabo su beatificación.
Actualmente, en respuesta aprobatoria a una solicitud enviada por la Conferencia Episcopal de Francia, se les concederá la canonización por equipolencia, lo cual significa que no se requiere de un milagro realizado a través de la intercesión de las beatas para que puedan ser reconocidas oficialmente como santas.
Por esto, es importante reconocer la cantidad de iglesias, capillas y grupos alrededor del mundo donde se venera a los carmelitas, se piden y agradecen gracias recibidas a través de su intercesión.