(InfoCatólica) «El estilo de la carta se caracteriza por un antimodernismo plano y muy clerical, que acusa a los católicos de este país de tener un 'complejo de inferioridad' e insinúa que se están alejando de las bases del Evangelio», escribió Pfeffer en Facebook el miércoles.
El sacerdote, que también critica que el presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia no mencione la crisis por los abusos sexuales cometidos por el clero, ha pedido que se lea un artículo del obispo emérito de Ratisbona Wolfgang Beinert, que señala «lo que todavía hay que trabajar y superar urgentemente dentro de la Iglesia católica». Dicho obispo emérito considera que la práctica de nombramiento de obispos tras el Concilio por parte de los Papas Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI es una causa sistémica de los abusos sexuales en la Iglesia, aunque no explica en qué puede basar semejante afirmación. Con la obligación de obedecer incondicionalmente al Papa, la Iglesia ha vuelto al antimodernismo regresivo que la caracterizaba desde mediados del siglo XIX, escribió Mons. Beinert.
Según el vicario general de Essen, diócesis al frente de la cual está uno de los obispos más pro-LGTBI de toda Alemania, la carta del arzobispo polaco «suena como si viniera de un pasado católico lejano, y es precisamente esto lo que estremece y muestra hasta qué punto en algunas partes de la Iglesia universal el legado de Juan Pablo II sigue determinando el clima de pensamiento y acción- y se niega a una percepción honesta de la realidad».
La Conferencia Episcopal Alemana calla
La crítica del vicario de Essen contrasta con el silencio los obispos alemanes ante la carta de Mons. Gadecki. Desde la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Alemana se ha dicho lacónicamente que no reaccionan públicamente a las cartas abiertas, sino que buscan el contacto personal con el remitente de la carta, aunque éste haya elegido la vía mediática.