(RV/InfoCatólica) Con este viaje el Papa ha acogido la invitación que le realizaron en meses pasados los obispos y el propio presidente de Malta. Precisamente el propio Benedicto XVI recordó, al recibir al por entonces nuevo embajador maltés ante la Santa Sede en 2005, las profundas raíces cristianas de Malta que constituyen, dijo, “un patrimonio de valores culturales y religiosos con los que construir un futuro de solidaridad y paz, dando vida a una Europa unida y solidaria, compromiso común de todos los pueblos que la componen”.
En este contexto, en una reciente entrevista en el “Osservatore Romano”, el arzobispo de Malta, Monseñor Paul Cremona, lanzó un llamamiento para acoger a los inmigrantes, del mismo modo que fue acogido san Pablo. El prelado explicó que acogiendo al apóstol Pablo, los malteses mostraron “un sentido fuerte de apertura hacia lo diferente, hacia el extranjero. Un sentimiento –añadió- que tiene que conservarse sobre todo en el momento histórico actual marcado por las grandes migraciones de masa, fenómeno que en Malta, situada en el centro del Mediterráneo, se manifiesta de modo particular”.