(IglesiaCR/InfoCatólica) A pocos días de las elecciones nacionales del 2022, ningún candidato presidencial supera el 15% de la intención de voto y el 41% de los electores está indeciso, según las últimas encuestas.
Los Obispos de Costa Rica, en medio del proceso electoral que tendrá la primera consulta el 6 de febrero resaltaron la necesidad de que la población se interese por la política de su patria. Si no hay un candidato con mayoría en la primera ronda, la segunda tendrá lugar el 3 de abril.
«No será solamente tarea de los gobernantes que elijamos el rumbo que tome nuestro país; es responsabilidad de todos, desde ya, elegir el mejor destino para nuestra nación, y trabajar por conseguirlo», los Obispos.
Así mismo recordaron las palabras del Papa Francisco, en Encíclica Fratelli tutti, «La historia del buen samaritano se repite: se torna cada vez más visible que la desidia social y política hace de muchos lugares de nuestro mundo un camino desolado, donde las disputas internas e internacionales y los saqueos de oportunidades dejan a tantos marginados, tirados a un costado del camino».
Los Obispos de la Conferencia Episcopal que Costa Rica están preocupados de que se puedan encontrar soluciones para las clases más desprotegidas, para los desempleados, para quienes viven en pobreza y pobreza extrema.
Igualmente, la reactivación económica, una educación de calidad y libre de ideologías, la construcción de viviendas de interés social, la mejora de la infraestructura, son temas que los Obispos resaltan como temas de primera mano que se deben resolver en el país.
«Todos queremos lo mejor para Costa Rica. Así deseamos que quienes participan del proceso electoral y han postulado su nombre para un cargo público, aspiren a trabajar por el bien común y por encontrar las soluciones a las problemáticas que ya conocemos», destacaron los pastores de la Iglesia costarricense.
«Ejercer el voto de manera libre es un privilegio que debemos defender. Los creyentes, también, agradecemos a Dios por permitirnos vivir en una Patria bendita, con una democracia sólida; por lo cual, el llamado moral a votar es ineludible», señalaron.
Los Obispos confían que el proceso electoral, que podría terminar el 6 de febrero, o extenderse a una segunda ronda, fortalezca el espíritu democrático de Costa Rica.
«Como creyentes vivimos en la esperanza de un futuro mejor; de superar la pandemia, de reconstruir lo que sea necesario con el compromiso y solidaridad de todos; sólo juntos podremos salir adelante», señalaron los Obispos.
Asimismo, los Obispos aspiran a que quienes tienen la responsabilidad de dirigir a Costa Rica y aquellos que llegarán a gobernar a partir de mayo, pongan en el centro del desarrollo al ser humano, que luchen por su dignidad y su bienestar integral.