(Catholic News Agency/InfoCatólica) El Arzobispo de Westminster y Presidente la Conferencia Episcopal inglesa, el cardenal Vincent Nichols, ha declarado que a partir de ahora no estará permitido celebrar el sacramento de la Confirmación de acuerdo con el rito tradicional en la archidiócesis de Westminster.
La sociedad dedicada a la Misa tradicional en Inglaterra y Gales (Latin Mass Society) había escrito el pasado 14 de diciembre una carta al prelado preguntando sobre este tema. El Arzobispo contestó el 20 de enero de este año diciendo lo siguiente: «Me disculpo por la demora, pero he querido estudiar las consecuencias de la 'Responsa ad dubia' emitida por la Congregación para el Culto Divino».
«Una de las preguntas planteadas a la Congregación se refería a las celebraciones de los sacramentos según las formas previas al Concilio Vaticano II», continuó el Arzobispo. «La respuesta dada por la Congregación fue negativa. De hecho, cualquier uso del pontifical preconciliar está ahora prohibido. Esto significa que la Confirmación debe celebrarse utilizando la forma aprobada para toda la Iglesia Latina el 15 de agosto de 1971». En la práctica, esto supone la desaparición sustancial de la liturgia tradicional, excepto en el ámbito de la celebración de la Misa.
El cardenal dejó abierto el campo a futuros cambios en la situación actual: «por supuesto, seguiremos reflexionando sobre las disposiciones establecidas por la Santa Sede en estos asuntos y sobre la importancia de la renovación litúrgica a la que estamos llamados, así como sobre las necesidades pastorales de los fieles».
Durante casi 20 años, la Latin Mass Society ha organizado celebraciones anuales de la Confirmación por el rito tradicional en la iglesia de St. James, en el centro de Londres, impartida por un obispo auxiliar que enviaba la archidiócesis de Westminster.
El presidente de la sociedad, Joseph Shaw, declaró que »el cese de estas celebraciones implica la pérdida de gran parte de lo que los obispos de Inglaterra y Gales han buscado, y logrado, al establecer una coexistencia serena entre las nuevas y antiguas formas litúrgicas.
En el motu proprio Summorum Pontificum aprobado por Benedicto XVI en 2007, se reconocía el derecho de todos los sacerdotes a celebrar la misa tradicional, sin tener que pedir permiso para ello a su obispo. Con esta medida, el Papa Benedicto intentó facilitar la existencia y aplicación de ambas formas litúrgicas para conseguir un «enriquecimiento mutuo». El 16 de julio de 2021 entró en vigor Traditionis custodes, del Papa Francisco, en el cual se establece que es «competencia exclusiva» del obispo diocesano autorizar las Misas tradicionales en su diócesis y se establecen otras muchas restricciones para la liturgia tradicional, con el objetivo de que poco a poco esta vaya desapareciendo.
