(InfoCatólica) El esperpento obsesivo de los laicistas va llegando a su fin. Ya están las conclusiones de un exhaustivo análisis de los bienes que ya eran de la Iglesia y que no se podían registrar porque el derecho no lo permitía. La Conferencia Episcopal ha investigado la situación de los 34.961 bienes (20.014 destinados al culto y 14.947 a distintos usos) registrados por distintas instituciones de la Iglesia desde que se modificó la ley entre los años 1998 y 2015 que se presentaron en el Congreso de los Diputados.
La mayoría son fincas (502 rústicas y 151 urbanas), pero también lugares de culto (179), viviendas (98) y cementerios (28). De los 965, la Iglesia reconoce que 757, pese a estar registros a su nombre, pertenecen a otro titular y que 208 de los bienes que inmatriculó sin corresponderle están ahora en manos de terceros porque los ha vendido o cedido, por ejemplo.
Es decir, de los 34.976 registros incluidas en el listado, se han verificado de manera correcta un total de 32.401 por las diócesis respectivas. El resto de registros presentan las siguientes características:
- Bienes que pertenecen a Comunidades religiosas u Otras entidades religiosas. Aparecen un total de 84 bienes incluido algún bien de otra confesión religiosa.
- Registros Duplicados. Se trata de bienes que aparecen repetidos dos veces en el listado. Son un total de 111 bienes.
- Bienes sobre los que faltan datos para su identificación. Se trata de registros que, por falta de información, resultan desconocido para las diócesis. Se trata de un grupo de 608 bienes.
- Bienes inmatriculados o adquiridos por otros títulos anteriores al periodo 1998 - 2015. Se trata de 746 registros que no deberían estar incluidos en este listado.
- Bienes sobre los que no consta inmatriculación. Se trata de 31 registros sobre los que las diócesis declaran que no les consta la inmatriculación de los mismos.
- Bienes sobre los que se detectan errores o no consta en la diócesis información sobre los mismos. Son 28 bienes con distinta casuística.
- Otros titulares. Son bienes que no son propiedad de la Iglesia por estar vendido, donado, expropiado, por pertenecer a Ayuntamientos o por error de inscripción de propiedad. Se trata de un total de 276 bienes.
- Adquisiciones por métodos diferentes a la certificación (compraventa, donación, permuta, herencia, etc.) entre 1998-2015. Se trata de un total de 691 bienes.
Solo se puede registrar lo que ya es tuyo, y de todos esos bienes, se han encontrado solo 965 sobre los que no constaba la propiedad o que era de un tercero y por lo tanto estaban mal registrados. La Iglesia en España, como tal, no registra bienes, lo hace el legítimo dueño (diócesis, parroquias, instituciones, …).
La Conferencia Episcopal ha publicado los datos. Ahora se iniciará el proceso de regularización mientras la comisión creada para examinar las inmatriculaciones continúa sus trabajos.
Aunque el objetivo del Ejecutivo era encontrar lagunas en el proceso de inscripción de estas propiedades, no encontraron nada y ha sido un ejercicio de transparencia de la Iglesia en España. El gobierno tampoco ha encontrado modo de meterle mano a la Catedral de Córdoba.
Otros temas
Al margen de las inmatriculaciones, tal y como explica la Conferencia Episcopal a través de un comunicado, «Omella ha trasladado al presidente Sánchez el trabajo de la Iglesia al servicio del bien común durante la pandemia», así como la preocupación por las cuestiones sociales de inmigración, corredores humanitarios y las dificultades en la España vaciada, que brotan de la concepción cristiana en torno al ser humano». Eso sí, ni rastro ni intención de abordar una renegociación de los acuerdos Iglesia-Estado.
El presidente Sánchez ha acudido a la reunión acompañado del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, mientras que al cardenal Omella, le han arropado, entre otros, el secretario general del Episcopado, Luis Argüello, así como el vicesecretario general de Asuntos Ecomómicos, Fernando Giménez Barriocanal.