(Catholic News Service/InfoCatólica) A pesar de que los Estados Unidos dejaron Afganistán hace ya cinco meses, a finales del mes de agosto, miles de personas sufren aún los resultados de la confusa salida del ejército estadounidense del país. Entre esas personas se encuentra una familia afgana católica de cinco miembros.
La familia espera aún en un campo de refugiados en los Emiratos Árabes Unidos, a ser entrevistados para avanzar en el proceso de encontrar un país que los acoja, esperando no ser devueltos a Afganistán. Como es comprensible no quieren revelar sus nombres por miedo a represalias. «Si los talibanes los encuentran, probablemente los matarán», dijo Mark Pfeifle, presidente y director general de la organización sin ánimo de lucro Off The Record Strategies. La familia tuvo que ser trasladada a varias casas seguras dentro de Afganistán antes de que fuera posible sacarla del país y llevarla provisionalmente a los Emiratos Árabes.
Cada día que pasa crece la inseguridad en el seno de esta familia, ya que piensan que les pueden devolver al país del que tuvieron que salir desesperadamente. Los adultos trabajaron como traductores e intérpretes para los norteamericanos en Afganistán y han solicitado un Visado Especial de Inmigrantes para entrar en los Estados Unidos. Este visado se otorga a personas que han sido empleadas por el gobierno. Sin embargo, parece que el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense se encuentra desbordado por las decenas de miles de refugiados afganos, a lo que se suman los desafíos con la inmigración que tiene el país en su frontera sur. El hecho de pertenecer a una minoría religiosa no se considera tan prioritario como la situación de otros refugiados.
Según la World Watch List (lista de persecución a los cristianos en el mundo) del portal Open Doors, «es imposible vivir abiertamente como cristiano en Afganistán». Los Talibanes se aseguran de que las reglas y costumbres islámicas se cumplan y los conversos tienen que obedecer, porque no hay otra opción. «Si se descubre que alguien se ha convertido al cristianismo, su familia, clan o tribu tiene que salvar su honor repudiando al creyente, o incluso matándolo, como un acto de justicia». En la actualidad, Afganistán encabeza la lista mundial de países en que se persigue a los cristianos.