(CP/InfoCatólica) La turba, dirigida por un hombre identificado como Sanjith Ng, asaltó el domingo a los cristianos en una iglesia de la aldea de Odagoan, en el distrito de Kondagaon, en Chhattisgarh, informó International Christian Concern.
Sanjith Ng irrumpió en la casa donde se celebraba el culto y golpeó al pastor Hemanth Kandapan y a un miembro de la congregación, identificado como Sankar Salam, dijo ICC, añadiendo que el hombre arrastró entonces al pastor fuera de la casa donde se habían reunido más de 200 personas.
La turba golpeó brutalmente al pastor y a Salam, alegando que estaban convirtiendo ilegalmente a los hindúes al cristianismo. El pastor y el feligrés sufrieron graves heridas internas y tuvieron que ser hospitalizados.
La turba amenazó a los cristianos diciendo que los matarían si seguían celebrando cultos de oración en el pueblo.
«Estuve bajo arresto domiciliario durante casi nueve horas», dijo el pastor Kandapan. «Durante todo ese tiempo fui acosado y maltratado por la turba incluso en presencia de la policía».
El lunes, los líderes del grupo nacionalista hindú Vishwa Hindu Parishad (Consejo Mundial Hindú) obligaron a los cristianos a participar en una ceremonia religiosa en la que una mujer cristiana, llamada Sunderi Bathi, fue convertida por la fuerza al hinduismo.
«La situación en el pueblo sigue siendo tensa», dijo el pastor Kandapan. «No sabemos cuánto tiempo tendrán que permanecer estas familias fuera de sus casas», añadió, refiriéndose a cinco familias que habían huido del pueblo.
Los ataques contra los cristianos han aumentado desde que los grupos radicales hindúes lanzaron una campaña en 2020 para impedir que la población tribal, o indígena, del país se convierta al cristianismo. Estos grupos han exigido que el gobierno prohíba a quienes se conviertan recibir educación y oportunidades de empleo.
La mayoría de los indígenas no se identifican como hindúes; tienen diversas prácticas religiosas y muchos rinden culto a la naturaleza. Sin embargo, el censo del gobierno los considera hindúes.
En septiembre de 2020, los aldeanos destrozaron 16 casas pertenecientes a cristianos de la misma tribu en tres ataques distintos, lo que obligó a la mayoría de las mujeres cristianas de esas aldeas a huir a la selva para ponerse a salvo en ese momento.