(ACIPrensa/InfoCatólica) El pasado sábado 15 de enero, el padre Rolando Montes de Oca, sacerdote cubano, recibió nuevamente agresiones frente a su lugar de residencia, su respectiva casa parroquial, ubicada en la Arquidiócesis de Camagüey, la cual fue atacada con huevos.
El presbítero Montes, quien anteriormente ha criticado públicamente al régimen cubano y las constantes violaciones de derechos humanos que se ven en el país, denuncia: «Más huevos contra mi casa parroquial en Vertientes, de nuevo en mi ausencia. Esta vez muchos más que la vez pasada, (calculan unos diez) aunque ahora sin la nota de “gusano asqueroso” que me dejaron en aquella ocasión».
Como menciona, este no es el primer acto de odio que recibe. El 19 de septiembre de 2021, su casa también fue víctima de vándalos y, después de un mes, aseguró haber tenido a un auto gris con miembros de la Seguridad del Estado dentro siguiéndolo.
Acerca del último ataque con huevos a su hogar, el padre Rolando declara que no se siente atemorizado, ni con miedo o desánimo. Así lo ha comentado en su cuenta de Facebook: «No sé si serían los mismos que se han pasado estos meses denigrándome, inventando calumnias sobre mí en el pueblo o presionando a mis amigos y colaboradores para que me dejen solo. No sé si son los que aseguran, porque lo desean, que más temprano que tarde escaparé de Cuba. No sé si son esos u otros, no me importa».
El padre Montes asegura que, a pesar de las denigraciones realizadas, «quien lanza huevos, calumnias u odio en cualquier modo será, como todos, bienvenido a la Iglesia, que es la casa de todos, especialmente de los pecadores».
También comenta: «Por mi parte, tengo mucho que ofrecer de parte de Dios. (…) Amo la capacidad de elegir, amo la libertad y decido responder con la paz y el perdón. No es odio, ni mentira, ni violencia lo que Cuba necesita. Cuba necesita gente que se concentre en remediar sus males, que son demasiados, y que lo haga dialogando, debatiendo, escuchando con respeto al que piensa diferente, buscando soluciones justas, usando la fuerza de la razón, del amor, de la verdad».
Finalmente, el presbítero manifestó: «Sigo a Cristo, que en la cruz perdonó a sus crucificadores, y me vuelve a inspirar Martí: ‘‘y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardos ni ortigas cultivo, cultivo una rosa blanca’’. Dios los bendiga a todos».
Lamentablemente, este tipo de acosos no es de las cosas más graves que se ven en Cuba día tras día. Prisoners Defenders, ONG española de defensa legal pro derechos humanos, reportó el pasado 4 de enero del año en curso que la cifra de presos políticos en Cuba llegó a 955 durante el año 2021.
Actualmente, 842 de ellos aún se encuentran prisioneros. De esos 842 individuos, 700 fueron arrestados durante las protestas del 11 de julio y del 15 de noviembre, precisa la ONG: «cifra aún inferior al 40% respecto al total generado por la ola represiva, pues resulta del todo imposible conocer los casos entre la población».