(ACN/InfoCatólica) Ha fallecido cristianamente Alicia Marie von Hildebrand. Muchos la recordarán como una querida y dedicada maestra, otros como brillante escritora y otros como filósofa y teóloga, siempre defendiendo su fe católica y dejando huellas de amor en las vidas que la rodeaban.
Su esposo Dietrich von Hildebrand, que falleció en 1977, destacó también como prestigioso filósofo y teólogo católico y fue reconocido por varios papas como «el doctor de la Iglesia del siglo XX».
Después del fallecimiento de su esposo, Alice Marie puso en marcha, junto con algunos de sus alumnos, la organización «The Hildebrand Project» para la conservación y difusión de sus estudios.
Precisamente el presidente y fundador de la organización «The Hildebrand Project» dio a conocer la noticia de su fallecimiento: «Partió a la Casa del Señor a las 12:25 a.m. esta mañana. Murió en paz en su casa después de una breve enfermedad.
Quienes conocieron a Lily a menudo la escucharon decir que la mecha de su vela se estaba acortando cada vez más. De hecho, anhelaba la muerte, ver el rostro de Nuestro Señor, reunirse por fin con su esposo Dietrich, sus padres, su amiga más querida Madeleine Stebbins, con la paz que solo la verdadera inocencia y la fe profunda pueden otorgar. Próximamente se anunciarán detalles del funeral».
Una vida de fidelidad a Dios y entrega a la Iglesia
Alice María von Hildebrand nació en Bélgica, de donde tuvo que huir durante la Segunda Guerra Mundial. En 1940 llegó a Nueva York. Estudió filosofía en la Universidad jesuita de Fordham. Allí conoció a quien fuera su esposo y se casó en 1959.
Fue profesora en el Hunter College de Nueva York desde 1947 hasta 1984. También impartió clases o conferencias en otras instituciones como la Universidad franciscana de Steubenville en Ohio, el Thomas More College de Roma o el Ave María College de Michigan
Alice reconoció que había llegado a profundizar en sus conocimientos gracias a su esposo: «Su enfoque mostró que la filosofía no es una disciplina abstracta. Es la vida. Involucra mi corazón, mi inteligencia y mi voluntad, y por lo tanto abre una vista de grandeza y belleza de la que la mayoría de nosotros no somos conscientes. Me mostró que lo que llamamos filosofía cristiana no es una abstracción, es simplemente la razón bautizada por la fe».
Von Hildebrand realizó importantes aportaciones en temas como la feminidad, la dignidad de la mujer, el matrimonio y el papel de los laicos en la Iglesia. Además se opuso con severidad y perseverancia al avance del relativismo y el modernismo en la Iglesia Católica, particularmente dentro de universidades y escuelas católicas, así como al feminismo radical.
Es autora de los siguientes libros: El privilegio de ser mujer (2002); El alma de un león: La vida de Dietrich von Hildebrand (2000); Man and Woman: A Divine Invention (2010) y Memoirs of a Happy Failure (2014).
Se le concedió el honor más alto que un Papa puede otorgar a un laico: «Dama Gran Cruz de la Orden Ecuestre de San Gregorio».
La filósofa y teóloga fue invitada en innumerables ocasiones a EWTN y recordaba con amor haber podido servir de impulso para la conversión en varios de sus estudiantes.
El capellán Joseph Wolfe, dijo que todo el equipo de EWTN está agradecido «por las muchas contribuciones que [ella] hizo al pensamiento católico y por los muchos programas que realizó para EWTN a lo largo de los años. Que disfrute de su recompensa eterna y la alegría de reunirse con su querido esposo Dietrich, a quien tanto admiraba».
En una de sus entrevistas, Alice María había resumido así la historia de su vida: «Dios ha elegido el patrón de mi vida, totalmente diferente de lo que había imaginado. Me siento como la mujer Habacuc traída al foso de los leones. Cuando miro hacia atrás en mi vida, las palabras que me vienen a la mente desde mi corazón son: “misericordias domini in aeternum cantabo”». Lo cual significa «Cantaré las misericordias del Señor para siempre».