(CNAd/InfoCatólica) En concreto, esta vez se trata del debate, que se ha vuelto a aplazar, sobre la cuestión de si los textos deben escribirse en la llamada «ortografía de género» cuando están siendo «votados». En la segunda Asamblea sinodal de octubre de 2021, según el acta, este debate fue aplazado para la tercera Asamblea sinodal de febrero de 2022.
En la invitación recibida recientemente, sin embargo, el Presidium anunció que esta cuestión no debe ser aclarada hasta la cuarta asamblea sinodal y según el obispo esa decisión, tomada sin involucrar a la asamblea sinodal, rompió el acuerdo alcanzado.
La diócesis recuerda que «ya en el pasado, el obispo Voderholzer tuvo que instar varias veces a la dirección del Camino sinodal a adherirse a las prácticas democráticas básicas».
Lo que el obispo pretende es poner fin a la colonización ideológica del lenguaje dentro de la propia Iglesia.
El pasado més de noviembre, el presidente de la Asociación de la Lengua Alemana, Walter Krämer (72), presentó su renuncia debido al «aumento del uso del lenguaje de género en la Iglesia Católica».
«En lugar de estar ahí para los fieles y hablar su idioma, la Iglesia católica prefiere seguir una tendencia que abre una brecha en las relaciones interpersonales», dijo Krämer, quien hasta entonces pertenecía a la diócesis de Hildesheim. Krämer también acusó al obispo de Hildesheim, Heiner Wilmer, de «complacencia indigna» con la ideología de género. La solicitud de Krämer de pagar el impuesto eclesiástico a otra diócesis fue denegada.
El erudito denuncó que «La Juventud Católica (KjG) llega incluso a dudar del concepto mismo de Dios, considerando escribir Dios* (ndr:símbolo que no indica género); la Juventud Estudiantil Católica (KSJ) ya utiliza esta versión... En tiempos de una revalorización mal manejada de los casos de abuso en la iglesia y de las restricciones impuestas por la pandemia que afectan a muchos feligreses, la iglesia no tiene otra cosa que hacer que promover el lenguaje supuestamente apropiado a favor de la ideología de género como portador de la salvación»
En julio, una encuesta de la ZDF mostró que el 71% de los alemanes no quiere ni necesita la llamada genderización, es decir, el intento de subordinar la gramática a un factor biológico, que luego se suprime de nuevo con asteriscos y otros medios.