(InfoCatólica) Almeida ha preferido ceder a las pretensiones de cuatro concejales tránsfugas de Más Madrid (izquierda radical) antes que aceptar lo que reclamaba Vox. Finalmente uno de esos cuatro concejales ha renunciado al acta de edil al no estar de acuerdo con el pacto, pero bastan los otros tres para sacar adelante los presupuestos municipales
Una de las consecuencias del pacto con los comunistas es la retirada del apoyo económico del ayuntamiento madrileño a la Fundación Madrina, que ha reaccionado de la siguiente manera en las Redes Sociales:
Quienes no han ayudado a las “colas del hambre” durante la pandemia, eliminan toda ayuda a quién más lo necesita.
— Fundación Madrina (@FMadrina) December 28, 2021
Sorprende la respuesta del @MADRID cediendo a la manipulación de la izquierda. Nos pidió dar de comer a Madrid en plena pandemia, 4.000 Familias/día,nos deja tirados. pic.twitter.com/z3rkYJ18e4
Apoyo al lobby LGTBI
El pacto incluye también una subida del importe de las ayudas por concurrencia competitiva para las asociaciones LGTBI. Asimismo se ha negociado que si la situación ante la pandemia por Covid-19 permite el MADO Orgullo de Madrid 2022, se financiarán actividades de patrocinio por un importe de 500.000 euros.
Almudena Grandes, hija predilecta de la Villa y Corte
Otra de las condiciones de los tránsfugas comunistas para apoyar los presupuestos ha sido la concesión del título de hija predilecta de Madrid a la escritora y columnista Almudena Grandes, recientemente fallecida.
Grandes, que profesó una ideología de izquierdas y un feminismo radical, llegó a mofarse de las religiosas violadas y asesinadas en la zona roja de España durante la Guerra Civil. En una de sus columnas, publicada en 2008 en El País, escribió, haciendo referencia a la madre Maravillas de Jesús, carmelita descalza madrileña, canonizada en el año 2003:
«Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor».