(Katolisch/InfoCatólica) «En la Europa de hoy, no sólo no está de moda vivir la propia fe cristiana con convicción, sino que además puede suponer un grave recorte de la libertad personal en ámbitos importantes de la vida, como el trabajo o la educación», dijo la directora de OIDAC, Madeleine Enzlberger, al resumir los resultados, según la agencia de prensa Kathpress.
Restricción gradual de los derechos fundamentales
La intolerancia y la discriminación contra los cristianos abarcaron desde el vandalismo en iglesias y edificios cristianos hasta los delitos de odio contra personas. Pero también se observa una restricción gradual de derechos fundamentales como la libertad de opinión, de religión y de conciencia, la libertad de contratación o los derechos de los padres a través de la presión social o estatal, así como un alto grado de «autocensura» entre los estudiantes cristianos. Un grupo pequeño pero especialmente vulnerable es el de los conversos al cristianismo, que suelen estar expuestos a las amenazas y la violencia de los islamistas.
Para su informe anual, el Observatorio de Viena analizó los incidentes documentados por él, así como los cuestionarios de encuesta sobre el tema rellenados por los afectados y las entrevistas con expertos. Según el informe, los delitos de odio anticristianos en general aumentaron un 70% en toda Europa de 2019 a 2020 -aunque los autores piden cautela sobre la cifra-: El informe se adentra en un «nuevo territorio» y revela un enorme vacío en la investigación. Todavía es demasiado pronto para hacer afirmaciones cuantitativas y comparativas. En el caso de Alemania, el informe enumera 255 casos, la mayoría de ellos relacionados con el vandalismo en las iglesias.
Se exige más atención a los delitos de odio contra los cristianos
Las tendencias reflejadas en el informe son «motivo de preocupación» también desde el punto de vista de la Representante Especial de la OSCE para la Lucha contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación, Regina Polak. La teóloga de Viena pidió cautela y también subrayó que el aumento del número de casos se debe también a un número creciente de estados informantes. Al mismo tiempo, dijo, el número de casos no denunciados es mayor, ya que uno de cada cuatro Estados de la OSCE no denuncia los delitos de odio por separado y otros países no tienen una definición comparable.
En noviembre, la Oficina de Derechos Humanos de la OSCE publicó su propio informe sobre los delitos de odio contra las personas por razón de su religión. Registró casi 1.000 incidentes de este tipo contra cristianos en la misma zona de investigación. Polak pidió que se preste más atención a los delitos de odio contra los cristianos y dijo que hay una «necesidad urgente» de mejorar el registro de estos incidentes por parte de los países, así como una investigación adecuada y un debate público sobre los nuevos fenómenos. Al mismo tiempo, es importante evitar juicios prematuros y una «politización» del debate.
Dentro del informe del OIDAC figura un apartado especial para la situación que se crea en España con las nuevas normas que regulan la objeción de conciencia del personal sanitario contra el aborto.