(El Independiente/InfoCatólica) La actual ley del aborto sigue esperando el dictamen del Tribunal Constitucional, que ha vuelto a retrasarse tras la salida del ponente que redactó una sentencia que lleva once años en el cajón del olvido. Pero Igualdad no va a esperar a una decisión, aún sin fecha, que divide al alto tribunal y que parece que se debatirá en unos meses.
El asunto también enfrenta a los socios de coalición. El PSOE sólo quiere revertir algunas cuestiones que incorporó el gobierno de Mariano Rajoy en 2015 como fue la ampliación de la exigencia del conocimiento paterno también para las menores de entre 16 y 18 años que quieren abortar. Y poco más. El departamento que dirige Montero va mucho más allá y ha puesto sus ojos en un apartado de la actual ley que creen necesitado «de un impulso y una concreción real. Ese es el gran cambio», explican fuentes del Ministerio.
Hablan del artículo 9 referido a la incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo. «El sistema educativo contemplará la formación en salud sexual y reproductiva, como parte del desarrollo integral de la personalidad y de la formación en valores», reza el texto. Se trata de promover una visión de la sexualidad «en términos de igualdad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos», así como al reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual.
Y prosigue el articulado apostando por el «desarrollo armónico de la sexualidad acorde con las características de las personas jóvenes», la prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual y especialmente la prevención del sida y de embarazos no deseados. Explican en el equipo de la ministra que se tiende a reducir esta ley a lo que afecta solo al aborto, pero su propio enunciado, ley de salud sexual y reproductiva, dice que «es mucho más y que esa parte hay que desarrollarla».
Por esta vía, Igualdad quiere entrar en los planes de estudio, competencia del Ministerio de Educación, que «es otro texto», en alusión a la Ley Celáa, con el que pueden entrar en colisión. Si la anunciada reforma de esta ley ya ha provocado escozor en algunos sectores del socialismo todo apunta a que los cambios que pretende incorporar en este punto pueden entrar en colisión con otros departamentos.
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