(Asia News/InfoCatólica) En el distrito de Jhabua, en el estado indio de Madhya Pradesh, la presión de los fundamentalistas hindúes contra los cristianos se incrementa más y más. El lunes por la tarde, los grupos vinculados al Hindutva, la ideología de los nacionalistas, celebraron una manifestación con cientos de activistas que «denunciaron» las actividades de conversión que supuestamente se llevan a cabo entre los miembros tribales de las zonas rurales del distrito.
El episodio se produce luego de que el pasado 10 de diciembre nueve personas fueran arrestadas durante una oración en la localidad de Manpur. Como ya es habitual, fueron los activistas hindúes los que irrumpieron en el edificio y llamaron a la policía. Los cristianos fueron denunciados en virtud de la ley contra las conversiones, normativa que fue recientemente reforzada. La foto de la noticia muestra a los cristianos con las manos atadas, que son vigilados por un activista de los nacionalistas hindúes. Los cristianos fueron llevados a la cárcel, y más tarde fueron puestos en libertad, tras el pago de una fianza.
Ahora, la manifestación exacerba nuevamente las tensiones: los fundamentalistas hindúes entregaron un memorando de 13 puntos al superintendente de policía y al magistrado local, en el que exigen la prohibición de las reuniones «para conversiones y actividades de este tipo». Además, piden que los miembros tribales que se convierten al cristianismo en el distrito de Jabhua sean eliminados de la lista de beneficiarios pertenecientes a las castas desfavorecidas.
En el mes de septiembre ya se habían producido episodios de intolerancia contra los cristianos en este mismo distrito. En diálogo con AsiaNews, Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians, dijo:
«Ciertamente, no es un delito reunirse para rezar en un espacio sagrado o en una casa, y sin embargo ya se ha vuelto habitual que estos extremistas irrumpan con sus acusaciones de conversiones. Estamos por comenzar el tiempo de Adviento, y nos preocupa la comunidad cristiana de Jhabua. Oramos al Príncipe de la Paz para que todo el pueblo de Dios pueda profesar su fe de forma segura y con dignidad».