(AsiaNews/InfoCatólica) El terrible atentado de Pascua de 2019 sigue sin aclararse. En octubre los católicos en Sri Lanka vistieron ropa negra e izaron banderas negras para mostrar su indignación por la, según ellos, respuesta gubernamental insuficiente al ataque terrorista contra las iglesias aquel domingo de Pascua.
No hay ningún avance en la investigación para esclarecer la verdad sobre las masacres. Sin embargo, el Departamento de investigación de crímenes pasa días enteros interrogando a un sacerdote que representa a las víctimas. Es lo que denuncia el padre Cyril Gamini Fernando, miembro del Comité Nacional de Justicia para las víctimas de los atentados del domingo de Pascua de 2019, que azotaron 3 iglesias y 4 hoteles, dejando un saldo de 280 muertos y casi 600 heridos. El sacerdote se negó hoy a comparecer -por tercer día consecutivo- para ser sometido a un interrogatorio. Fue convocado tras la denuncia presentada contra él por el director del Servicio de Inteligencia del Estado (SIS, los servicios de seguridad de Sri Lanka), el general de división Suresh Sallay.
La denuncia de SIS cuestiona las declaraciones realizadas por el padre Fernando durante un seminario web celebrado el pasado 25 de octubre. En aquella ocasión, el sacerdote había afirmado que las unidades de inteligencia habían proporcionado ayuda a Zahran Hashim, el líder del National Thowheed Jamaath (NTJ), el movimiento al que se atribuye la responsabilidad sobre los atentados. El director del SIS desmintió las acusaciones, tachándolas de falsas y dijo que el único objetivo de ello era desacreditar su persona.
A las reacciones verbales, se sumó una denuncia contra el sacerdote. Fernando respondió: El ex fiscal general Dapula de Livera habló de un grave complot detrás de los atentados de Semana Santa. Sin embargo, ni el Departamento de Investigación Criminal ni la policía ahondaron en ello. A pesar de las claras recomendaciones de la Comisión Presidencial de Investigación, nadie ha actuado. Por el contrario, en vez de movilizarse, interrogan a las víctimas. Ya han pasado dos años y medio y no se ha llegado a la verdad. Es totalmente injusto comportarse de este modo».