(ACIPrensa/InfoCatólica) A vísperas de la «Marcha cívica por el cambio» en busca de la libertad de Cuba, que se realizará el lunes 15 de noviembre, un grupo de siete sacerdotes cubanos ha compartido un vídeo en Facebook en la cuenta del Areópago Social de Inspiración Cristiana, en el que se incentiva a realizar una marcha pacífica.
El vídeo se publicó el viernes 12 de noviembre y en él se repite un mismo clamor: «¡No alces la mano contra tu hermano!». Entre sus participantes se encuentran los padres Alberto Reyes Pías y Rolando Montes de Oca Valero, quienes también exhortaron a las autoridades cubanas, a través de una carta escrita, a no usar violencia en este importante día.
El pasado 11 de julio, después de varias décadas, una multitud de ciudadanos cubanos se unió para alzar la voz contra la dictadura comunista que oprime al país y que instauró hace 62 años Fidel Castro y que, actualmente, mantiene su sucesor Miguel Díaz-Canel.
A continuación, el mensaje que los sacerdotes han compartido en el vídeo:
«A ti, que detentas cargos civiles o militares; a ti, que perteneces al ejército o a las fuerzas armadas revolucionarias; a ti, que perteneces a los órganos de seguridad del estado; a ti, que eres un joven del servicio militar o de las escuelas de cadetes; a ti, que has sido convocado para volverte contra tu vecino; a ti, que sientes la tentación de responder con violencia a la violencia; a ti, cubana y cubana, te suplicamos: ¡no alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de tu consciencia, contra la que nadie te puede pedir actuar y que te manda a hacer el bien y evitar el mal. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de tu pueblo cubano que está contra la violencia y quiere la paz. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de nuestros próceres que te mandan a cultivar rosas blancas y nunca violencia. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de las madres y padres que te imploran y que sienten miedo y que pueden ser también los tuyos. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de la razón que te enseña que el camino para un futuro bueno para todos está en el diálogo y en el entendimiento. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz del futuro que quiere que seas recordado como un hombre y una mujer de bien, no como un represor. ¡No alces la mano contra tu hermano!
Escucha la voz de Dios, que quiere que todos seamos hermanos y que te manda a amar al prójimo como a ti mismo. ¡No alces la mano contra tu hermano!»