(CP/InfoCatólica) La UMC lleva tiempo envuelta en un debate sobre la postura bíblica que afirma que las prácticas homosexuales son «incompatibles con la enseñanza cristiana», y muchas congregaciones esperan irse una vez que la denominación apruebe una especie de cisma amable, pactado, en la Conferencia General de 2022.
Una carta abierta publicada en el sitio web acalltograce.com y firmada por varios pastores, profesores de seminario y otros líderes eclesiásticos expresó su preocupación por el continuo aplazamiento de la Conferencia General, que originalmente debía celebrarse en mayo de 2020.
«Como señala el escritor del Eclesiastés, 'Para todo hay una tiempo', y el tiempo para esperar las soluciones legislativas de la Conferencia General como el único camino a seguir ha pasado», dice la carta.
«Reconocemos que el continuo retraso en la toma de decisiones sobre el futuro de la Iglesia Metodista Unida perjudica nuestra misión y es especialmente dañino para nuestra conferencia central y los hermanos LGBTQIA+ que están atrapados en este conflicto».
La carta pide a los líderes de dicha comunión eclesial, entre otras cosas, crear «una respuesta pastoral a la ansiedad generada por tener que retrasar las decisiones que impactan en la vida y los ministerios de las personas», «desarrollar recursos para ayudar a las iglesias locales a discernir su futuro», y ayudar a permitir que las congregaciones que quieran dejar la UMC lo hagan inmediatamente.
«Honrando el deseo expresado por algunas iglesias y líderes eclesiásticos de dejar la Iglesia Metodista Unida y participar en otras denominaciones, llamamos a los obispos y a las conferencias anuales a usar la autoridad disciplinaria existente para encontrar formas llenas de gracia para que estos líderes e iglesias sigan su llamado ahora, permitiéndoles llevarse sus templos con ellos cuando sea apropiado», continúa la carta.
«Aquellos que han decidido permanecer en la Iglesia Metodista Unida desean empezar a trabajar ahora en la visión de la futura UMC. Para poder hacer eso se requiere la capacidad de liberar gentilmente a otros para su propio futuro».
«Esperamos que los obispos reciban esto con el espíritu que se pretende», explicó George Howard, uno de los firmantes de la carta y delegado de la Conferencia General del oeste de Ohio, a UM News.
«Creemos que todos en la UMC quieren dedicarse a la misión y al ministerio. Animamos a los obispos a que consideren todas las opciones disponibles para las personas que buscan un camino más allá de la UMC. Asimismo, animamos a todos los que buscan un camino diferente a que se comprometan con su obispo y su conferencia anual»
La Conferencia General de la UMC, cuyo inicio está previsto para finales de agosto del año que viene, abordará las propuestas destinadas a crear una separación elegante para las congregaciones que quieran adherirse a la definición bíblica del matrimonio y la sexualidad.
Aunque la UMC adopta todavía una posición teológicamente conservadora sobre las cuestiones LGBT, muchos de los dirigentes de la Iglesia se niegan a aplicar las normas de la denominación, entre ellas la prohibición de la ordenación de homosexuales no célibes.
Por ello, muchos esperan que cientos, si no miles, de congregaciones abandonen la UMC y formen su propia iglesia metodista teológicamente conservadora, una vez que se apruebe la legislación en la Conferencia General, permitiendo la financiación de esta nueva denominación y un proceso más fácil para que las congregaciones se vayan.