(SIC/InfoCatólica) Los 162 miembros que integran la confederación Cáritas Internationalis, algunos de los cuales estarán presentes en la COP26, trabajan en todo el mundo y están a la vanguardia de la respuesta a las dramáticas consecuencias del cambio climático que están causando un grave sufrimiento a muchas comunidades. Por ello, y en línea con la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, Caritas Internationalis reitera su llamado a la justicia climática y políticas que protejan a los más vulnerables, especialmente a los migrantes.
Las devastadoras tormentas, la salinización del agua y el suelo debido al aumento del nivel del mar y las graves inundaciones han afectado a muchas comunidades», ha recordado Aloysius John, secretario general de Caritas Internationalis con motivo del inicio de las sesiones de la COP26. «El cambio climático –afirma– ya ha producido impactos irreparables en muchas partes del mundo, donde la adaptación es el principal desafío para las poblaciones locales vulnerables. Aunque no son responsables de la crisis climática, estas comunidades se ven obligadas a soportar sus efectos en términos de pérdida de vivienda, medios de vida, entornos de vida e infraestructuras».
Las condiciones climáticas extremas están empujando a poblaciones enteras a migrar o reubicarse por la fuerza, lo que resulta en una pérdida de identidad cultural y social en sus comunidades. «Hasta la fecha, sin embargo, no se otorga ningún estatuto de refugiado u otro tipo de protección internacional a estas personas, que están privadas de derechos fundamentales, como el acceso a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Son derechos fundamentales que los Gobiernos están obligados a respetar y cumplir a través de su acción climática. Como afirma el Santo Padre en Laudato si’, los países desarrollados del Norte global no pueden ignorar su deuda ecológica con el Sur global», añade John.
Caritas Internationalis reitera que es responsabilidad de los Estados actuar con urgencia antes de que sea demasiado tarde. Aunque la pandemia de Covid-19 ha traído nuevas prioridades, esto no debe servir como excusa para posponer decisiones y retrasar aún más la acción climática. Por el contrario, debe impulsar un compromiso colectivo para adoptar un nuevo modelo de desarrollo basado en energías limpias y renovables, una economía más inclusiva y una mayor justicia social, así como medidas concretas en términos de reducción de la pobreza y cancelación de la deuda. Como señaló el papa Francisco en su reciente mensaje a la cadena BBC, «momentos de dificultad» como la pandemia de Covid-19 «también ofrecen oportunidades, oportunidades que no debemos desaprovechar».
La financiación climática tiende a centrarse excesivamente en la infraestructura a gran escala y no tiene como objetivo principal las estrategias locales de adaptación al clima. Existe una necesidad urgente de que los fondos climáticos lleguen a las comunidades locales para realizar la adaptación de base y brindarles un mayor control sobre sus prioridades y necesidades más inmediatas.
En este momento crucial, es de gran importancia que los Estados Partes en las negociaciones climáticas de la ONU reconozcan sus obligaciones morales y legales para con las comunidades más afectadas y las generaciones futuras. Caritas Internationalis lanza un llamamiento moral al compromiso incondicional y la responsabilidad de los Estados más ricos para proteger a las poblaciones más pobres en los países en desarrollo, que se vuelven vulnerables debido al cambio climático, aunque no son responsables de él.
La Confederación Cáritas Internationalis, por lo tanto, insta a estos Gobiernos a:
– Desarrollar y promover políticas climáticas favorables a los pobres y basadas en los derechos humanos, que les permitan vivir con dignidad, adaptarse y ser resilientes a los impactos climáticos adversos.
– Cumplir sus promesas de proporcionar el apoyo financiero indispensable a los países más pobres, abordando el tema de Pérdidas y Daños como una prioridad, asignando financiamiento climático específico y otorgando protección especial a las personas y comunidades desplazadas dentro y entre países debido a efectos adversos del cambio climático.
– Comprometerse y buscar una cooperación genuina con las organizaciones de la sociedad civil, en particular las organizaciones religiosas y las Iglesias locales que tienen relaciones sólidas con las comunidades locales
Cáritas Española, como parte activa de la confederación internacional, comparte plenamente este posicionamiento ante las jornadas de la COP26 que se celebran en Glasgow.
Al mismo tiempo, y como organización fundadora, en nuestro país, de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, se suma a la movilización puesta en marcha con motivo de la Cumbre.