(Asia News/InfoCatólica) Allí se habían programado una serie de eventos que fueron repentinamente cancelados por las autoridades del Estado judío. Las razones de la medida incluyen supuestos «vínculos directos» con la Autoridad y organizaciones palestinas.
La Casa de Abraham es una casa de acogida que funciona desde hace más de medio siglo en Ras el-Amoud, un barrio de Jerusalén Este situado frente a la ciudad vieja. A lo largo de los años siempre ha brindado hospitalidad a personas, grupos de visitantes y familias de toda clase y condición que querían compartir un clima fraterno y espiritual en Tierra Santa. Administrada por Secours Catholique - Caritas Francia, uno de los principales objetivos de la misión es favorecer los intercambios entre las personas que trabajan por la paz y la justicia en Israel y Palestina.
A pesar del cambio de signo político de Israel, con la caída de Benjamin Netanyahu tras una década en el poder y el ascenso de un nuevo gobierno encabezado por Naftali Bennett, nada parece haber cambiado en las decisiones sobre política interna y los colonos, como lo demuestra la reciente luz verde para nuevos asentamientos.
En los últimos días Israel declaró terroristas a seis ONG palestinas, lo que ha provocado críticas incluso de Estados Unidos (y la ONU). Se suma el problema del cementerio islámico de al-Yusufiah, cerca de la muralla oriental, donde hubo demoliciones y se quitaron las tumbas para dar lugar a un «camino y parque bíblico». Los israelíes consideran que es un lugar de enterramiento «informal» y prescindible; para los musulmanes, en cambio, es «uno de los lugares de sepultura más antiguos». Se teme que la chispa pueda desencadenar nuevas reacciones violentas, como ocurrió en el pasado reciente con Sheikh Jarrah.
Las autoridades israelíes parecen empeñadas en mantener un estado de tensión con los cristianos de Tierra Santa, cada vez más preocupados por Jerusalén, que debería ser una «ciudad inclusiva y no exclusiva de nadie» pero en la práctica es cada vez más un factor de división. El festival en la Casa de Abraham - fundada en 1964 sobre la cima del Monte de los Olivos, tras la visita del Papa Pablo VI - debía durar tres días y sería sede de exposiciones y eventos culturales. Contaba con el apoyo de los gobiernos de Austria y Francia, en el marco del programa de desarrollo de las Naciones Unidas. Para el ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Bar-Lev, sin embargo, tenía vínculos «directos» con la Autoridad Palestina y era necesario impedirlo. La orden ejecutiva tiene fecha del 26 de octubre y requiere la intervención de la policía.
Fuentes locales explican que no se trata de un episodio aislado y que la policía israelí ya ha interrumpido muchos eventos e iniciativas recreativas, culturales y festivas, incluso recurriendo a la fuerza en algunas oportunidades. Así ocurrió con un torneo de fútbol entre familias en la ciudad vieja, con ferias del libro y con espectáculos para niños y jornadas de la mujer.