(CNA/InfoCatólica).«No se puede cambiar el derecho canónico en Francia, ya que es para todo el mundo. Un sacerdote que hoy violara el secreto de la confesión sería excomulgado», dijo Karine Dalle a Solène Tadié.
«Esto es lo que el arzobispo Moulins-Beaufort quiso decir la semana pasada tras la publicación del informe Sauvé, cuando dijo que el secreto de confesión estaba por encima de las leyes de la República», explicó Dalle.
«Dijo la verdad, pero esta verdad no la oyen en Francia para los que no son católicos, y no es comprensible en Francia en medio de los debates sobre el llamado 'separatismo religioso'».
Moulins-Beaufort, presidente de la CEF, fue invitado a una reunión con el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, a raíz de sus comentarios sobre el secreto de confesión en una entrevista con France Info, que provocaron un gran revuelo.
Después de la reunión, el 12 de octubre, los medios de comunicación sugirieron que el arzobispo había admitido que los sacerdotes debían informar a la policía de las confesiones de abusos realizadas por los penitentes durante la confesión. Estas informaciones provocaron la consternación de los fieles católicos.
Aunque la legislación francesa reconoce desde hace tiempo las estrictas normas de la Iglesia sobre la confidencialidad del sacramento, el gobierno está contemplando ahora la posibilidad de modificar la ley para los confesores, como ha hecho con los abogados y otros profesionales laicos.
«Se han introducido condiciones dentro del secreto profesional, que obligan a algunos profesionales cuando hay un abuso cometido sobre un menor de 15 años, a informar a las autoridades competentes», dijo.
«Si un abogado o un médico tiene conocimiento del abuso de un menor de 15 años, está obligado a no respetar el secreto profesional. Esto es para evitar nuevos delitos, porque la criminalidad pedófila es compulsiva».
«Lo que ha dicho el ministro del Interior, Darmanin, es que en el futuro el secreto de confesión podría entrar en este marco. No afectaría a todo el secreto de confesión, por supuesto, pero no sé a dónde nos llevará», continuó.
«Pero si el Estado nos dice [que los sacerdotes deben denunciar los delitos contra menores revelados en la confesión] habría una obligación de dejar el secreto de confesión. Esto significaría que los sacerdotes afectados serían excomulgados por Roma», dijo Dalle.
«Seguramente se propondrán algunos ajustes, que Roma aceptará o no. Pero no, en ningún caso el arzobispo de Moulins-Beaufort dijo que el secreto de confesión sería dejado de lado. Nunca dijo eso».
Informe sobre abusos
Todo esta polémica artificial surge tras la publiación dl informe final de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (CIASE) que estima (ndr:y conviene recalcar que son solo estimaciones) que 216.000 niños fueron abusados por sacerdotes, diáconos, monjes o monjas desde 1950 hasta 2020.
Ello ha llevado a que desde sectores de la sociedad y clase política francesa se pida que la ley obligue a quebrantar el secreto de confesión para que un sacerdote u obispo que tenga conocimienot de la comisión de abusos por medio del sacramento, se vea obligado a denunciarlo a las autoridades.
La realidad es que eso no podrá ser aceptabe en ningún caso. La ley divina está por encima de la ley humana y si ambas chocan, el cristiano sabe que debe seguir la divina. Tanto más si es sacerdote u obispo. Y la Iglesia ha considerado siempre el secreto de confesión como algo que afecta a la misma naturaleza del dicho sacramento y por tanto nadie, ni siquiera un Papa, puede conceder excepciones.
Véase nota reciente de la Penitenciaría Apostólica sobre esta cuestión