(HP/InfoCatólica) El magistrado Robert Pitman ha aceptado de este modo la petición del Gobierno de Joe Biden, que, a través del Departamento de Justicia, había reclamado la suspensión temporal de la ley firmada por el gobernador de Texas a la espera de que se determine su constitucionalidad.
En su fallo, el juez ha considerado que la ley «ha creado un mecanismo agresivo y sin precedentes para privar a sus ciudadanos de un derecho constitucional significativo y bien consagrado». Pitman ha asegurado que la ley «ha impedido ilegalmente a las mujeres ejercer control sobre sus vidas» y que su tribunal «no permitirá que esta ofensiva privación siga ni un día más».
La ley de Texas permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición.
Ese sistema ha permitido hasta ahora que sean las autoridades quienes se encarguen de la aplicación de la ley, porque el peso de la implementación está en esos ciudadanos particulares.
La Corte Suprema de Estados Unidos decidió no anular la ley, lo que provocó la reacción airada del gobierno presidido por Joe Biden así como de gran parte del partido demócrata, que está al servicio de las multinacionales abortistas.
El estado de Texas recurrirá la decisión del juez Pitman ante la corte de apelaciones del Quinto Circuito, cuya composición hace probable que la ley vuelva a estar vigente, aunque el caso acabará de nuevo ante la Corte Suprema.