(ACN/InfoCatólica) Este año la iniciativa resalta la figura de San José, citando en sus textos partes de la carta apostólica «Patris corde» – «Corazón de Padre», con la que papa Francisco declaró un Año Jubilar que se clausurará el 8 de diciembre. La campaña de este año anima a los niños a rezar «de la mano de María y bajo el amparo de San José».
El cardenal Piacenza recuerda que San José, patrono de la Iglesia, «es un gran ejemplo para nosotros de cómo Dios puede encauzar todo hacia el bien, a través de nuestra oración, nuestra fidelidad y nuestra obediencia a Su Palabra».
Aunque se esperaba que el 2021 supusiera el fin de las restricciones provocadas por el coronavirus, las consecuencias siguen siendo graves en muchos sitios. Además, la crisis de salud no es la única amenaza al mundo. «El hambre, la pobreza, la corrupción, las guerras y el terror, la profanación de la vida humana y la destrucción de la creación afectan a innumerables personas» declara el cardenal Piacenza. Por eso, el prelado resalta la importancia de la oración y, en particular, la de los niños que interceden por «la salvación de Dios para el mundo».
«Un millón de niños rezando el rosario» batió un récord de participación en 2020 al unirse a la oración niños de 136 países, entre ellos Siria, Irak, México, Armenia, Papúa Guinea, Nigeria o la República Democrática del Congo. Sólo a través de la página web se registraron más de 509.000 niños.
La página web de la fundación ACN proporciona material gratuito para rezar en parroquias, colegios, grupos de niños o familias. El paquete disponible contiene como cada año instrucciones sobre cómo rezar el rosario, reflexiones para niños sobre los misterios del rosario y una consagración de los niños a la Madre de Dios. Este año se ha incluido a San José en los posters junto a la Virgen, además de añadir una estampa con la oración al santo que el papa Francisco reza todos los días.
La iniciativa «Un millón de niños rezando el rosario» remonta sus orígenes al año 2005, cuando un grupo de niños rezaban el rosario en una ermita de la capital venezolana de Caracas y varios de los presentes recordaron las palabras del padre Pío: «Cuando un millón de niños recen el rosario, el mundo cambiará». La campaña se extendió rápidamente por todo el mundo.