(El Tribuno/InfoCatólica) La fecha de juicio estaba fijada para el 12 hasta el 15 de octubre. La Sala II del Tribunal de Juicio de Orán compuesto por los jueces María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López y Héctor Fabián Fayos, accedió a la solicitud y fijaron fecha para las audiencias del 21 al 25 de febrero del 2022.
Los archivos también habían sido solicitados por la fiscal Soledad Filtrin y forman parte del proceso canónico que aún se dirime en Roma, más precisamente en la Congregación de la Doctrina para la Fe, el organismo del Vaticano encargado de llevar adelante el juicio canónico contra el religioso que vive en Santa Marta, la residencia donde también vive el papa Francisco.
Zanchetta está imputado por abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de G.G.F.L. y C.M., quienes denunciaron hechos que habrían sucedido entre el 2014 y el 2015.
Las dos denuncias pertenecen a dos exseminaristas y fueron asentadas en el 2019, luego de que El Tribuno hiciera público que el religioso no había dejado el obispado norteño por «motivos de salud», como se dijo cuando dejó en el 2017 su cargo sin siquiera despedirse de los fieles. Su alejamiento respondió a una denuncia que impulsaron cinco sacerdotes que lo acusaron de desmanejos económicos, abuso de poder y abuso a seminaristas del seminario Juan XXIII, que terminó de ser construido durante su administración.
Posterior a las denuncias, el sacerdote se mudó a Roma donde recibió el cargo de asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
Una vez hecho público el caso, el Vaticano aseguró que solo conocía una parte de las denuncias y afirmó desconocer las acusaciones de abuso sexual.
Consultado sobre su designación a pesar de las denuncias, el papa Francisco indicó durante una entrevista:
«Lo hice venir y le pedí la renuncia. Bien clarito. Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico», indicó la máxima autoridad de la Iglesia. De esta manera, explicó que «no convenía que volviera a Argentina para viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento».
En cuanto a las denuncias que pesaban sobre Zanchetta, el Papa indicó que «el clero se sentía no bien tratado por él. Se quejaron hasta que hicieron, como clero, una denuncia a la Nunciatura y el nuncio me dijo: "Mire, la cosa de la denuncia es seria, por maltrato", abuso de poder, podríamos decir, ¿no?», explicó.
En este orden de cosas, el Papa aseguró que «él mismo» ordenó que se abriera el proceso que ahora espera la justicia salteña:
«Llegó oficialmente la investigación previa. La leí, y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe. Al ser obispo tengo que juzgarlo yo, pero en este caso dije no. Hagan un tribunal, den la sentencia ustedes y la promulgo yo, porque en este caso es argentino»