(Kath.net/InfoCatólica) El 26 de septiembre, el pueblo suizo decidirá en un referéndum sobre las enmiendas al Código Civil que abrirían el matrimonio a las parejas del mismo sexo.
En cuanto al matrimonio, el obispo Bonnemain aboga por «una diferenciación significativa». Para él, se trata de una cuestión de denominación, de si «cosas diferentes se llaman con el mismo nombre». Podría imaginarse renombrar lo que clásicamente se llama matrimonio, es decir, el matrimonio tradicional como la unión de un hombre y una mujer.
Bonnemain ya había formulado esta preocupación en una entrevista con el «Neue Zürcher Zeitung» a principios de julio. Allí el obispo había dicho inicialmente que a él personalmente le gustaría que el «matrimonio para todos» fuera rechazado en las urnas. «No por una postura conservadora, sino porque considero que sobre la base bíblica el término matrimonio denota un cierto tipo de asociación. Se trata de una relación de fidelidad para toda la vida entre un hombre y una mujer, abierta a la vida», fue su razonamiento. Otras relaciones interpersonales también tienen valor, dijo, pero no son lo mismo que el matrimonio.
En cuanto a la terminología, Bonnemain declaró al periódico: «Si el matrimonio para todos sale adelante, quizá debamos cambiar el nombre de la asociación entre hombre y mujer fundada en la Biblia». Como ejemplos, sugirió «amor para siempre» o «matrimonio biológico». Esta vez se abstuvo de tales sugerencias. El término «biomatrimonio» «no era afortunado», admitió el obispo en «Club» de SRF. Pero había querido suscitar un debate, que entonces tuvo lugar.
No hay que olvidar el matrimonio como unión de hombre y mujer y la familia en la que los padres biológicos conviven «armoniosamente» con los hijos y los abuelos, dijo el obispo. Bonnemain también habló de la asociación original cristiano-judía-bíblica, que debe mantenerse, cultivarse y promoverse. Esta asociación es un enriquecimiento para todos, dijo.
Para el obispo, el matrimonio es más que un fenómeno cultural que ha cambiado a lo largo de los siglos. Existe como fundamento en el corazón humano, dijo Bonnemain hacia el final del programa. Le mueve la pregunta de qué pasará con el matrimonio tradicional en el futuro. «¿Qué vamos a hacer política y jurídicamente para proteger y promover ese tipo de pareja que hasta hoy se ha llamado matrimonio y que ha sido la base de la sociedad durante milenios en todas las culturas?», fue su pregunta.