(Vatican.news) La Assyrian Democratic Organization (ADO), una facción vinculada a la administración autónoma kurda en el noreste de Siria (Rojava), afirma que los cristianos sirios han pasado de ser el 8-10% de la población antes de la guerra civil a una cifra actual en torno al 3%.
La disminución de la población cristiana resulta evidente en las regiones de mayoría kurda como la región de Jazira en el noreste, donde el número ha bajado de ciento cincuenta mil a solo cincuenta y cinco mil. Sin embargo, la disminución también afectaría zonas que se encuentran bajo el control del gobierno, donde las dificultades económicas, la falta de recursos y el empobrecimiento general debido a las sanciones y la pandemia covid-19 han alimentado el éxodo.
Una fuente institucional católica de AsiaNews en la capital, que pide conservar el anonimato, explica que «no hay estadísticas precisas» sobre el número de cristianos que han abandonado el país. Sin embargo, continúa, se puede decir que su presencia «ha disminuido mucho en estos 10 años de guerra». Varios obispos, párrocos y pastores, aunque de manera informal, «han notado este descenso especialmente entre los jóvenes» y «si Europa y Canadá abren las puertas a la inmigración, muchos sirios, sobre todo cristianos, se irán».
El padre Ibrahim Alsabagh, custodio y sacerdote de la parroquia latina de Alepo, describió hace poco en una «Carta a los amigos» las dificultades a las que se enfrenta la población cristiana, en particular los jóvenes. Para el religioso franciscano de 50 años «son muchos los problemas que impiden que Siria se recupere» y que favorecen el continuo éxodo. De cara al futuro, afirma, la «prioridad de la acción pastoral se orienta a los jóvenes y las parejas» que quieren casarse, en momentos en los que «casarse es un acto heroico de fe».
En el plano político, sin embargo, comienzan a surgir iniciativas en las distintas facciones cristianas basadas en la unidad y la colaboración, la única manera de adquirir un mayor peso económico, social e institucional. En este sentido, se confirma la decisión de la Assyrian Democratic Organization (ADO) y del Syriac Union Party (Sup) de iniciar conversaciones y negociaciones entre las partes con el propósito de «fortalecer su influencia en el país». Henna Sewime, dirigente del Sup, declaró al sitio web de noticias kurdo Rudaw que las conversaciones se centran en tres puntos fundamentales: la unidad de los cristianos, la unidad de Siria y el reconocimiento de los cristianos en la futura constitución del país.