(Aica) «Es inexplicable que hoy se hable de hipocresía al momento de hablar de la legalización de la marihuana (y otras drogas) en el contexto de pobreza e indigencia que viven cientos de miles de adolescentes y jóvenes que no pueden aspirar a una capacitación seria o a un trabajo digno, fruto de décadas de postergación», sostuvo el organismo episcopal.
«La clase política sigue una agenda que no es de este tiempo en los barrios populares ni tampoco de las clases medias ya resignadas a su decadencia. Por eso intentan dar clases de pobrismos los mismos que los originaron o hablan del uso recreativo del cannabis como si fuéramos un país nórdico», agregó en un comunicado.
Tras graficar cómo es la realidad de los barrios populares, que los políticos parecen ignorar cuando debieran estar discutiendo «la manera real en que estos jóvenes puedan acceder a un trabajo digno en los barrios más pobres».
«La hipocresía sigue siendo no responder a esa gran demanda que lleva años en nuestro país: ¿cómo originar trabajo? ¿Acaso hay algún otro negocio que debamos conocer los argentinos y que se esconde en esta especie de búsqueda de votos juveniles con promesas auspiciadas por el merchandising del cannabis?», concluyen.