(El Mundo/LD/InfoCatólica) Según revela El Mundo, el nuevo currículo de la asignatura para la etapa de Primaria, que se está diseñando para comenzar a implantarse a partir del curso 2021-22, que «resolver problemas matemáticos debe ser una tarea gratificante».
El texto, que detalla lo que tendrán que aprender los 2,9 millones de niños de Educación Primaria (6 a 12 años) escolarizados en esta etapa, impondrá un «sentido socioemocional» para «combatir actitudes negativas» hacia esta materia y «erradicar ideas preconcebidas con el género» con el fin de «fomentar el bienestar del alumno y el interés por esta disciplina».
El Ministerio de Educación aborda esta reforma tras asumir la tesis de la OCDE, que atribuye la falta de interés entre las mujeres por las llamadas carreras STEM –ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas– a la poca confianza que tienen las niñas en sí mismas respecto a las Matemáticas. En este sentido, cabe destacar la baja puntuación de las alumnas en pruebas como el TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias): hasta 15 puntos menos que los niños.
El sentido «socioemocional»
Hasta ahora, el currículo de Matemáticas contemplaba entre los saberes o competencias básicas que integraban las matemáticas que debían aprender los niños de educación Primaria:
- el sentido numérico,
- el de la medida,
- el espacial,
- el algebraico y computacional y
- el estocástico (la interpretación de datos).
Ahora, el departamento que dirige la nueva ministra Pilar Alegría añade uno más: el «sentido socioemocional».
Según explica El Mundo, la inclusión este apartado dentro de la enseñanza de las Matemáticas al alumnado de Primaria busca desarrollar «destrezas personales» que lleven a evitar el abandono de esta asignatura, en especial por las niñas. En esta línea, el nuevo currículo asegura que
«la adquisición de destrezas emocionalesdentro del aprendizaje de las Matemáticas fomenta el bienestar del alumnado y el interés por la disciplina y la motivación por las Matemáticas desde una perspectiva de género, a la vez que desarrolla la resiliencia y una actitud proactiva ante nuevos retos matemáticos, al entender el error como una oportunidad de aprendizaje y la variedad de emociones como una ocasión para crecer de manera personal».
Entre las actividades que se plantean, se destaca como «esencial» dar a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las Matemáticas a lo largo de la Historia.
Perspectiva de género en otras asignaturas y en las tutorías de orientación
En el nuevo curriculum, todavía en desarrollo, se inserta con fuerza la perspectiva de género, una de los objetivos prioritarios de la LOMLOE promovida por la Ministra Isabel Celáa y aprobada por el Parlamento en diciembre de 2020.
Estará presente en Matemáticas en el primer y tercer ciclo de Primaria (entre 6 y 8 años y entre 10 y 12 años). También lo estará en otras asignaturas, como Educación Artística –a través del «estudio de producciones creadas y ejecutadas por mujeres»– o la Educación Física, donde se propone divulgar las «distintas ligas femeninas, masculinas o mixtas» y ofrecer «referentes de distintos géneros».
Por otro lado, el currículo que se está diseñando también establece que en el segundo ciclo (entre los 8 y los 10 años) las tutorías de orientación académica y profesional deberán incluir «el progresivo descubrimiento de las profesiones y la generación de intereses vocacionales libres de estereotipos sexistas», con el objetivo de fomentar que las niñas quieran ser ingenieras y los niños, maestros.
Todas estas novedades se enmarcan dentro del modelo competencial aprobado por la LOMLOE y que defiende el Ministerio de Educación, donde pierden peso los contenidos «memorísticos» y lo ganan las «destrezas», así como la educación en la igualdad entre hombres y mujeres, en diversidad, en ecologismo y derechos humanos.
Inclusión, género, convivencia, actitudes por encima de los conocimientos
Según El Mundo, las actitudes se ponen por delante de la instrucción académica en el texto, de forma que la palabra «género» aparece en el currículo de Matemáticas más veces que las sumas o las restas.
En Lengua Extranjera, no se detallan los tiempos verbales, las conjunciones o los adverbios que los alumnos tienen que saber (sí se hace en el currículo actual), sino que se habla de «autoconfianza», «empatía», «interculturalidad» o «valores ecosociales y democráticos».
También se refleja este cambio en los objetivos de Primaria, donde, antes que las competencias lingüísticas, matemáticas o científicas, se fija como objetivo «aprender a obrar de acuerdo a las normas de convivencia de forma empática» o «adquirir habilidades para la resolución pacífica de conflictos».
Asimismo, se habla del «desarrollo máximo de las potencialidades en todo el alumnado desde una perspectiva inclusiva» o de la «atención a las diferencias individuales» para que el currículo «en ningún caso pueda suponer una barrera que genere abandono escolar o impida el acceso y disfrute del derecho a la educación».
La prioridad será no repetir curso. Borrador enviado a las CC.AA.
La evaluación de los estudiantes será «continua y global» y tendrá en cuenta su progreso en «el conjunto de procesos de aprendizaje». Los niños sólo podrán repetir curso una vez en toda la etapa y ésta será una decisión que se adoptará «de forma excepcional».
Los cambios están incluidos en el borrador que el Ministerio ha enviado a las comunidades autónomas y sobre el que ya se ha producido un primer debate con el fin de tenerlo listo cuanto antes para que los gobiernos regionales y los colegios puedan completarlo.