(Asia News) Gulzar, quien se gana la vida conduciendo un rickshaw, acudió varias veces a la policía pero no obtuvo ninguna respuesta. El caso solo salió a la luz gracias a la intervención de Robin Daniel, un activista de derechos humanos de Faisalabad. «Las autoridades de Punjab deberían cumplir sus obligaciones para resolver el problema de las niñas secuestradas», comentó. Daniel pidió que se emprendieran acciones legales contra los secuestradores. «Mientras estos secuestros continúen sin que nadie intervenga, todas las niñas menores de edad y sus familias se sentirán inseguras».
Muhammad Ijaz Qadri, presidente del distrito de la organización sunita Tehreek, certificó en una carta la conversión de Cashman al islam, cuyo «nombre islámico de ahora en adelante será Aisha Bibi». Sunni Tehreek es miembro del movimiento Barelvi, una corriente que tiene como objetivo preservar el Islam en el subcontinente indio y a la que pertenece el 60% de los musulmanes paquistaníes. Ahora se teme que casen a la niña para hacer la situación irreversible.
El 11 de agosto se celebra en Pakistán el Día de las Minorías, con motivo del cual Daniel organizará una protesta contra esta y otras atrocidades, y también para combatir los prejuicios contra los cristianos. «No nos quedaremos callados - declara el activista. Pedimos que el gobirno garantice la libertad y la seguridad de las minorías religiosas».