(CNA/InfoCatólica) La Misa mensual se celebrará los primeros miércoles a las 15 horas, «una hora propicia para esta Misa, recordando el momento en que Nuestro Señor Jesucristo murió para salvarnos del pecado y de la muerte», ha explicado la directora ejecutiva del Instituto Benedicto XVI para el Culto Sagrado y la Música Divina, Maggie Gallagher.
La primera de las Misas, el 4 de agosto, cae en la fiesta de Santo Domingo, por lo que se dirá en la variante litúrgica dominicana de la Misa tridentina.
El establecimiento de las Misas mensuales tridentinas en la Catedral por parte del Arzobispo Cordileone es en respuesta a «las peticiones de los fieles y la abrumadora respuesta a la primera Misa en latín en julio».
Los planes del arzobispo para conceder una celebración regular de la Misa tridentina en su catedral son anteriores al motu proprio Traditionis custodes del papa Francisco, por el que el Pontífice impone restricciones a la Misa de siempre. En respuesta al texto del Papa, el arzobispo Cordileone anunció que permitirá que las misas tridentinas que tienen lugar en su diócesis sigan celebrándose como hasta ahora, basándose para ello precisamente en el hecho de que el motu proprio indica que los obispos tienen la autoridad para tomar tales determinaciones.
Gallagher informó igualmente que el viernes pasado el Arzobispo Cordileone presidió el rezo por los fieles unidos por vía telemática de «una Letanía de Reparación por los abusos contra la Santísima Eucaristía... Más de 900 de ustedes se han inscristo para participar en esta antigua y sagrada tradición: a través de la oración y el ayuno, podemos ayudar a reparar el daño más fundamental en el mundo: la profanación de lo que es Sagrado y Santo»
Gallagher añadió que el Arzobispo Cordileone se compromete a guiar a los fieles en la letanía a través de «las deliberaciones de la USCCB a finales de este año»
«Nos pide a todos que recemos por todos los obispos (¡sí, incluyendo a los menos favoritos!) para que el Espíritu de Dios les dé la sabiduría para discernir cómo reavivar la reverencia católica por la Santa Eucaristía», concluyó.