(Fides/InfoCatólica) Una delegación de la Iglesia Católica fue recibida por el Jefe de Estado el pasado 29 de julio. También estuvieron presentes los demás miembros de la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal de Madagascar, entre ellos el vicepresidente y el secretario general.
El cardenal reafirmó que ni los obispos ni los sacerdotes buscan cargos políticos, porque la política no es ni la misión ni la vocación de los eclesiásticos. «No tenemos ningún candidato a ningún cargo político», reiteró.
Según las autoridades malgaches, el presidente Rajoelina fue víctima de un intento de asesinato frustrado por la policía local con la colaboración de los servicios de inteligencia de otros países, entre ellos Estados Unidos.
El 21 de julio, el fiscal general del Tribunal de Apelación de Antananarivo, Berthine Razafiarivony, informó de que al menos seis personas habían sido detenidas en relación con el intento de asesinato que pretendía derrocar las instituciones legítimas del país. Entre ellos se encuentran dos ciudadanos con doble nacionalidad francesa y malgache, uno sería el presunto organizador de la trama, Paul Maillot Rafanoharana. Rafanoharana, antiguo oficial francés de la Escuela Militar Especial de Saint-Cyr, se presenta en su perfil de LinkedIn, entre otros títulos, como «Asesor del Arzobispo de Antananarivo», Mons. Odon Marie Arsène Razanakolona, que ha negado toda implicación en el asunto. Se trata de una cuestión cuyos contornos siguen siendo confusos. Una empresa petrolera local dijo haber recibido un correo electrónico de Rafanoharana pidiendo 10 millones de euros y prometiendo, a cambio, la firma de contratos petroleros actualmente en negociación.
Según fuentes de la prensa, el plan de los conspiradores era reclutar a 15 mercenarios altamente entrenados para matar al presidente malgache, en un asalto que recuerda al realizado contra el presidente de Haití, Jovenel Moise, el 7 de julio. También se está investigando a 11 gendarmes y otros funcionarios malgaches en relación con el atentado planeado.
Mientras tanto, la situación humanitaria en la Gran Isla empeora. Una declaración conjunta de UNICEF y el PMA afirma que al menos medio millón de niños menores de cinco años se verán afectados por la desnutrición aguda, incluidos 110.000 en condiciones graves, en las zonas del sur de Madagascar afectadas por la sequía, con daños irreversibles para su crecimiento y desarrollo. Más de un millón de personas sufren inseguridad alimentaria en el sur de Madagascar, señala el comunicado.