(Revista Ecclesia/InfoCatólica) La Misa tuvo lugar en la catedral de Guadix y fue presidida por el obispo Francisco Jesús Orozco Mengíbar. Además estuvieron presentes las religiosas que han llegado a la diócesis accitana y algunas de las religiosas responsables de esta congregación.
Las dos comunidades de religiosas Hijas de la Sagrada Familia se ubicarán en dos puntos geográficos distintos. Las religiosas de vida contemplativa se han instalado en el convento de la Merced de Baza. Desde la reclusión del convento llevarán a cabo la adoración perpetua del Santísimo Sacramento. Esta comunidad, que cuenta con unas diez religiosas, llegó a Baza el pasado mes de marzo.
Estas religiosas de vida contemplativa llegan a la diócesis de Guadix en un momento clave, ya que en los dos últimos años se han cerrado tres de los cuatro conventos de este tipo que había en la diócesis: el de las clarisas y concepcionistas en Guadix; y el de las dominicas de Huéscar, cuyas religiosas han sido trasladadas al convento de las dominicas de Baza. De esta forma la ciudad de Guadix ha quedado sin ningún convento de contemplativas, de los dos que ha tenido durante 500 años.
Por su parte, la comunidad de vida activa de las religiosas Hijas de la Sagrada Familia está formada por tres religiosas y se ha instalado en la parroquia de San Miguel de Guadix. A diferencia de las religiosas ubicadas en Baza, estas no viven en clausura, sino que atienden las necesidades pastorales de las parroquias en las que se sitúan. No solo colaborarán en la parroquia de San Miguel, ya que atenderán a otras parroquias accitanas que lo necesiten.
Las Hijas de la Sagrada Familia se definen como «una comunidad religiosa nacida en Barranquilla, Colombia. Tenemos dos ramas de vida consagrada, una dedicada a la vida contemplativa y la otra a la vida misionera activa. Ambas ramas se dedican a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento del altar».