(Asia News/InfoCatólica) Hilarión intervino después de que un portal ortodoxo difundiera una entrevista al nuevo metropolitano de Italia, Policarpio Stavropoulos, publicada por Vatican News. En ella, el prelado afirma que los gestos del Patriarca Ecuménico Bartolomé y del Papa «van en la dirección de la plena unidad», y pronosticó resultados positivos en este camino, que ya se habría alcanzado en la conciencia de los fieles.
El metropolitano Hilarión participó en el programa televisivo «La Iglesia y el mundo», que él mismo creó y se transmite por el canal de televisión Rossija-24, incluso fuera de Rusia. Durante un bloque del programa reiteró que «en los últimos tiempos, el Patriarca de Constantinopla ha decidido que tiene derecho a tomar cualquier decisión de forma autónoma, sin el acuerdo de las demás Iglesias ortodoxas locales y sin resolver las numerosas cuestiones pendientes en el diálogo católico-ortodoxo. Aún cuando firme cualquier papel para decir que todo está en orden, para nosotros esto no tendrá ningún valor».
En la última década, los ortodoxos rusos se retiraron de todas las comisiones de diálogo católico-ortodoxo, justamente por estar en contra de lo que ellos llaman, en palabras de Hilarión, «papismo constantinopolitano», por el cual «se intenta importar a la ortodoxia el modelo católico de jerarquía y administración». El diálogo se estancó en los últimos años, al afrontar la cuestión de las diferentes formas de primado en la historia de la Iglesia, un tema del que los rusos no quieren ni oír hablar.
Cisma a costa de un canon cesaropapista
A día de hoy Moscú y Constantinopla están inmersos en un cisma provocado por la aceptación del Patriarca Ecuménico de la creación de una iglesia ortodoxa autocéfala en Ucrania, independiente del Patriarcado moscovita. El Patriarca Bartolomé apela al canon 28 del concilio ecuménico de Calcedonia. Es un canon de naturaleza cesaropapista (*), impugnado por San León Magno, Papa, que concede a Constantinopla no solo la primacía de honor entre los cristianos orientales sino autoridad canónica sobre las iglesias ortodoxas que no están sujetas a otros patriarcados. Moscú sostiene que dicho canon no se puede usar para crear iglesias autocéfalas allá donde ya existen iglesias ortodoxas dependientes de patriarcados, como es el caso de los ortodoxos ucranianos y Moscú.
(*) La condición cesaropapista del canon 28 de Calcedonia viene dada por el hecho de que se concedió al patriarcado de Constantinopla una autoridad en base a su condición de capital de los restos del Imperio romano en Oriente, a diferencia de la primacía de la sede de Roma, que viene dada por la presencia y martirio del apóstol San Pedro en la Ciudad Eterna. A día de hoy, todos los patriarcados históricos de Oriente (Constantinopla, Antioquía, Alejandría y en distinto grado Jerusalén) están en territorios donde apenas hay cristianos. El patriarcado de Moscú es el más influyente dentro del mundo ortodoxo.